Pilates no es una poción que cura todos los males y trae consigo cambios milagrosos de inmediato. El cambio lleva tiempo, compromiso y disciplina. Si se dedican a sesiones regulares de pilates dos veces a la semana durante al menos seis semanas, algunos cambios positivos son inevitables.
A pesar de que ciertos cambios pueden a menudo producirse inmediatamente – por ejemplo, un cambio en la conciencia del cuerpo, la activación muscular o la alineación – se necesita tiempo para la mayoría de las adaptaciones para su impresión en el sistema neuromuscular, para que los músculos se transformen y para que dicha transformación sea integrada en la vida de una persona.