Todo este año, caminé internamente , hacia el perdón.Este don , se ha ido haciendo parte , de mi meditación cotidiana.
¿Cuánto hay dentro , para perdonar?.
Por momentos , creo que es más grande la necesidad de perdonar , para que podamos amar de verdad.
El tiempo es la marca de nuestro recelo, es la herida que se abre,cuando no puedo perdonar.
Si, es necesario que aprendamos a soltar el pasado, la memoria, el error, la debilidad de no haber podido.
Y ver claramente ,hacia lo que amanece hoy en tus manos, como esta mariposa frágil ,que necesita de tu piel para nacer.
Tuve una hermana ,que me abrió la puerta del perdón y que en un día como hoy, me dio la llave de la eternidad, cuando cerró sus ojos.
Adriana Paoletta