Para la mayoría es difícil de llevar la temperatura veraniega, pero para las mujeres en época de gestación y de lactancia – cuando la temperatura del propio cuerpo es más elevada – el verano puede ser realmente difícil.
El yoga nos da herramientas sencillas y aplicables en nuestra vida cotidiana. Eso si, requiere una cierta disciplina. Me explico. Igual que una pastilla tiene un efecto de x horas, un pranayama, un ejercicio o una meditación también. Las prácticas físicas, respiratorias o meditativas te generan un determinado estado hormonal, inducen a tu cuerpo a una determinada producción de sustancias químicas que te son beneficiosas y que tendrán un efecto por un periodo determinado. Así que hay que repetir “la toma” regularmente.
Este sencillo pranayama – Sitali – ayuda a bajar la temperatura corporal, el aire canalizado por la forma de la lengua golpea en el fondo del paladar actuando sobre los sistemas termorreguladores del cuerpo. Verás que no solo baja la temperatura del cuerpo, tus pensamientos y emociones se volverán también más frescos. Yogi Bhajan nos lo transmitió de esta forma:
Postura de la lengua: La lengua se saca de la boca formando una U – dicen que saber poner la lengua así es una cuestión genética. Discrepo. ¡He visto gente que ha aprendido!.
Respiración: Se inspira por la boca y se espira por la nariz.
Actitud: Se toma conciencia de cómo el aire golpea el fondo del paladar y de cómo se va refrescando la cavidad bucal y el resto del cuerpo.
Cualquier lugar y momento es bueno para practicar. No os asombréis si veis gente paseando con la lengua fuera y animaos también.
La fuente de la foto es http://siriatma.blogspot.com/2007/12/sitali-pranayam.html