Sentimos tan profundamente que has nacido, que la pena que nos acompaña,es una compañera de este viaje existencial. Es la confianza serena ,en que nacerás a un nuevo instante, tan distinto, lo que ahora, nos nutre.
Nos nutre saber que aquí , en este tiempo de espera, somos puro misterio y búsqueda. Para qué preguntar hacia dónde, durante cuánto tiempo, si lo efímero y circular, te da la mano , iluminando cada rincón de tu omnipotencia.
Miramos a ese niño recién nacido,como un Dios que nos enseñará a crecer en la simpleza. Gratitud de reyes sin posesiones, humildad de sabios , cuya letra ,es la pisada vital, que guía.
Pisamos la tierra ,para luego desprendernos, suavemente como una pluma en el viento.
Que puedas nacer otra vez.
Adriana Paoletta