Los ligamentos laterales de la rodilla

La estabilidad de la articulación de la rodilla depende de potentes ligamentos, los ligamentos cruzados y laterales. Los ligamentos laterales refuerzan la cápsula articular por su lado interno y externo, asegurando la estabilidad de la rodilla en extensión.

El LIGAMENTO LATERAL INTERNO se extiende desde la cara cutánea del cóndilo interno hasta el extremo superior de la tibia. Su inserción superior va por detrás y por arriba de la línea del cóndilo femoral, su inserción inferior se situa por detrás de la zona de inserción de los músculos de la pata de ganso en la cara interna de la tibia. Sus fibras anteriores componen el fascículo superficial, sus fibras posteriores se confunden más o menos con la cápsula, formando una lámina triangular de vértice posterior, en su cara profunda contiene inserciones muy cercanas a la cara periférica interna del menisco interno constituyendo un punto de unión esencial denominado punto de ángulo posterointerno o PAPI. Su dirección es oblicua hacia abajo y hacia delante.

Ligamento lareral interno, porción anterior y posterior

El LIGAMENTO LATERAL EXTERNO se extiende desde la cara cutánea del cóndilo esterno hasta la cabeza del peroné. Su inserción superior está localizada por arriba y por detrás de la línea del cóndilo externo, su inserción inferior se localiza en la zona anterior de la cabeza del peroné en el interior de la zona del bíceps femoral. Se diferéncia de la cápsula en todo su trayecto, está separado de la cara periférica del menisco externo por el paso del tendón del poplíteo participando en el punto del ángulo posteroexterno o PAPE. Su dirección es oblicuo, hacia abajo y hacia atrás, su dirección se cruza en el espacio con la dirección del ligamento lateral interno.

Ligamento lateral externo

Los ligamentos laterales se tensan durante la extensión y se distienden durante la flexión. Existe una diferéncia de longitud de los ligamentos laterales en flexión y en extensión, pero en el ligamento lateral externo además se observa un cambio de dirección desde oblicuo hacia abajo y atrás pasando a ser oblicuo hacia abajo y ligeramente hacia delante.

A medida que se va completando la extensión, el cóndilo se interpone entre glenoide y la inserción superior del ligamento lateral como si fuese una cuña. El radio del cóndilo aumenta la curvatura regularmente de atrás hacia delante y los ligamentos laterales se fijan en la concavidad de la línea de los centros de la curva. La flexión de 30º distiende los ligamento laterales y es la posición de inmovilización después de una sutura de ligamentos laterales.

La rodilla está sometida a fuerzas laterales importantes y las estructuras de los extremos óseos representa dichas violéncias mecánicas. En ella se encuentran unos sistemas de trabéculas óseas que constituyen las líneas de fuerza mecánicas y estos son la porción inferior del fémur y la porción superior de la tibia.
Debido a la inclinación del eje femoral hacia abajo y hacia adentro, la fuerza destinada a la porción superior de la tibia no es totalmente vertical lo que permite descomponerla en una fuerza vertical y otra transversal dirigida horizontalmente hacia dentro. Esto permite desplazar la articulación hacia dentro tendiendo a hacentuar el valgus, abriendo la interlínea un ángulo hacia adentro abierto y otro hacia dentro. Es el sistema ligamentoso interno el que se opone normalmente a esta dislocación.

Cuanto más acentuado es el valgus, más necesita del sistema ligamentoso interno y mayor tendéncia a acentuarse.

En cuanto a los traumatismos, si se localiza en la cara interna de la rodilla tenderá a enderezar el valgus fisiológico y determinará una fractura total de la meseta tibial interna, además si la fuerza no se ha agotado continuará con una rotura del ligamento lateral externo. Si se rompe primero el ligamento, no se producirá fractura de la meseta tibial.

Rotura del ligamento lateral externo

Si el traumatismo se produce en la cara externa de la rodilla, el cóndilo externo se desplaza ligeramente hacia dentro para continuar introduciéndose en la glenoide externa y hará estallar la cortical externa de la meseta tibial produciéndose así una fractura mixta (hundimiento-separación) de la meseta tibial externa.

Rotura del ligamento lateral interno

Durante la marcha y la carrera la rodilla se ve continuamente solicitada por fuerzas laterales. En algunos casos el cuerpo está en desequilibrio interno sobre la rodilla portadora, lo que provoca una acentuación del valgus fisiológico y una apertura de la interlínea hacia dentro. Si la fuerza transversal es demasiado importante el ligamento lateral interno se rompe y se prosucirá un esguince grave del ligamento lateral interno. Si hay un desequilibrio externo sobre la rodilla portadora tenderá a enderezar el valgus fisiológico y abrir la interlínea hacia fuera.

Valgus rodilla
Varo de rodilla

Los ligamentos laterales están protegidos por tendones consistentes y por el cuádriceps cuyas expansiones directas y cruzadas, constituyen en la cara anterior de la articulación una capa fibrosa protectora. Cada vasto actúa sobre la estabilidad de la articulación en ambos sentidos, Cuando existe una atrofia del cuádriceps se producen alteraciones en la estática de la rodilla (la rodilla se afloja).

Acción del cuádriceps sobre la rodilla

A continuación adjunto unas fotos de las prácticas de biomecánica en la disección de la rodilla:

Fémur y tibia separados

Ligamentos poplíteos aqueado y oblícuo

Rodilla con sus músculos

Pata de ganso

Ligamento lateral externo

Del ligamento lateral interno no pudimos obtener fotos debido a su profundidad en el interior de la cápsula articular. Un saludo a todos y todas y a pasar buen finde.

Fuente: Fisiocatessen

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