La encrucijada espiritual.


La vida espiritual es un cruce de caminos ,una encrucijada que nos refiere a una situación ,que ofrece varias posibilidades sin saber muy bien, cuál de ellas elegir.


La sabiduría muchas veces viene acompañada de pruebas, señales simbólicas, pérdidas y sacrificios. La vida inspiradora de todos los seres ,que accedieron a esta resignificación simbólica de la vida en el espíritu, llevaron al extremo las encrucijadas opuestas ,que la vida les presentaba: vivir en la comodidad o en la simpleza, perdonar o castigar, aceptar o negar, ver o permanecer ciego, valorar o despreciar, acumular o entregar, abandonarse a dios o al mundo de los sentidos, contemplar o racionalizar, vivir sin consciencia o morir sin miedo.

Cuando caminamos por la vida, todas estas encrucijadas, se nos van revelando ,en el fondo de cada situación elegida. Cuando miramos a nuestro alrededor, la elección en nuestro corazón , tendrá el sabor vacío o pletórico, de aquella porción de la realidad por la que hayamos optado.


Ya no hablamos de placer o dolor, sino más profundamente, de una sensación de vacío de sentido existencial, inherente a nuestra vida, cuando las elecciones que hemos hecho, han dado en el clavo ,de nuestra ignorante condición: estamos perdidos sin saberlo.

De muchas maneras nos perdemos en los caminos que se bifurcan . Pero si miramos , más amablemente, sino nos despojamos de nuestra voz, si abrimos la puerta sin puerta, del camino interior, sabrás que hay un lugar sagrado, aquí en este mundo, donde abrazar el sentido del vivir.


Adriana Paoletta

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