¿Se necesitan donantes? Pues sí! Esta vez son los enfermos de leucemia y otras enfermedades los que necesitan donantes de médula ósea para poder llevar a cabo sus tratamientos y poder así llegar a recuperarse.
¿Qué es la médula ósea? ¿En que consiste la donación? ¿Es dolorosa? A continuación os explico en que consiste el procedimiento.
La médula ósea es un tejido indispensable para la vida ya que en él se fabrican las células de la sangre y del sistema inmunitario. En la médula ósea anidan las células madre (también denominadas progenitores hematopoyéticos), capaces de producir todas las células de la sangre:
Los glóbulos blancos o leucocitos, encargados de la lucha contra las infecciones. Bajo esta denominación se incluyen distintos tipos celulares: las células mieloides (neutrófilos, monocitos, basófilos y eosinófilos) y las células linfoides (linfocitos T y linfocitos B).
Los glóbulos rojos o hematíes son los responsables del – hematíes, transporte de oxígeno a los tejidos y de llevar de vuelta el dióxido de carbono de los tejidos hacia los pulmones para su expulsión. Los hematíes dan a la sangre su color rojo característico.
Las plaquetas o trombocitos, colaboran en la coagulación de la sangre cuando se produce la rotura de un
vaso sanguíneo.
Muchas enfermedades son consecuencia de una producción excesiva, insuficiente o anómala de un determinado tipo de células derivadas de la célula madre. El trasplante de médula ósea permite su curación al sustituir las células defectuosas por otras normales procedentes de un donante sano. En muchas de estas enfermedades el trasplante es la única opción terapéutica.
Las células madre pueden obtenerse de la médula ósea, de la sangre circulante (o sangre periférica) y de la sangre que contiene el cordón umbilical en el momento del parto. Por ello, los trasplantes pueden ser de médula ósea, de sangre periférica, o de sangre de cordón. En consecuencia, cuando se habla del trasplante en general, se emplea el término trasplante de progenitores hematopoyéticos.
Para realizar un trasplante hematopoyético con éxito es necesario disponer de un donante compatible con el paciente. Ser compatible significa que las células del donante y del paciente son tan parecidas que pueden convivir indefinidamente en el receptor. Ello es así porque todas las células tienen en su superficie una serie de proteínas, denominadas antígenos leucocitarios humanos (o antígenos HLA -de las siglas inglesas Human Leukocyte Antigen-) que las diferencian de las células de otro organismo. Los linfocitos de la sangre tienen la capacidad de detectar la presencia de células con antígenos HLA distintos a los suyos y destruirlas. Estemecanismo de defensa es responsable del rechazo de órganos y de injertos cuando se efectúan trasplantes entre personas no compatibles.
En los trasplantes de progenitores hematopoyéticos, al existir gran cantidad de linfocitos en la médula ósea o en la sangre periférica que se trasplanta, puede producirse rechazo en dos direcciones: (a) rechazo de las células trasplantadas por parte del receptor y (b) rechazo del receptor por parte de las células trasplantadas. Esta última reacción recibe el nombre de enfermedad injerto contra huésped y es una de las complicaciones más graves del trasplante hematopoyético.
Los millones de posibles combinaciones de los distintos antígenos HLA hacen difícil localizar un donante no familiar compatible con un paciente determinado. Afortunadamente, para realizar un trasplante con éxito, no es necesario que el sistema HLA de donante y del receptor sean totalmente idénticos. A pesar de ello, la única forma de localizar donantes suficientemente compatibles para un paciente es disponer de información sobre los antígenos HLA de una gran cantidad de posibles donantes. Para posibilitar la localización de dichos donantes se han creado registros de donantes voluntarios en todos los países desarrollados.
En España se ha encomendado esta labor al Registro de Donantes de Médula Ósea (REDMO), creado en 1991 por la Fundación Internacional 1991, Josep Carreras, para realizar la búsqueda de donantes no familiares para pacientes españoles. En 1994, REDMO fue nombrado, por el Ministerio de Sanidad y Consumo, Registro Nacional para la búsqueda de donantes de médula ósea para pacientes españoles y extranjeros y para la captación y registro de donantes voluntarios de progenitores hematopoyéticos entre la población española.
Características de los donantes voluntarios
Puede ser donante de progenitores hematopoyéticos cualquier persona con buena salud, una edad comprendida entre los 18 y los 55 años y que acepte:
- Facilitar sus datos básicos (edad, dirección, teléfono y breve historial clínico).
- Que le sea extraída una muestra de sangre para estudiar sus características de histocompatibilidad y que una pequeña cantidad de la misma sea guardada en el laboratorio para poder ampliar el estudio en el futuro sin necesidad de realizar una nueva extracción en caso de aparecer un paciente compatible.
- Que sus datos básicos y de compatibilidad sean introducidos en la base de datos de REDMO y que, una vez codificada de forma que su identidad quede siempre protegida (Ley Orgánica 13/1999), la información sobre su compatibilidad sea incorporada a la Red Mundial de Donantes Voluntarios de progenitores
- hematopoyéticos.
Contraidicaciones para la donación:
La donación de progenitores hematopoyéticos está formalmente contraindicada en personas con
determinadas enfermedades. Por ello, antes de inscribirse, todo posible donante debe cerciorarse que de no
padecer alguna de las siguientes:
- Hipertensión arterial no controlada
- Diabetes mellitus insulinodependiente
- Enfermedad cardiovascular, pulmonar, hepática, hematológica u otra patología que suponga un riesgo sobreañadido de complicaciones durante la donación.
- Enfermedad tumoral maligna, hematológica o autoinmune que suponga riesgo de transmisión para el receptor.
- Infección por virus de la hepatitis B o C, virus de la inmunodeficiencia adquirida (SIDA) o por otros agentes potencialmente contagiosos.
- Algún factor de riesgo de SIDA (anticuerpos anti-VIH positivos, drogadicción por vía intravenosa, relaciones sexuales múltiples, ser pareja de uno de los anteriores, ser hemofílico o pareja sexual de hemofílico, lesiones conmaterial contaminado en el último año).
- Haber sido dado de baja definitiva como donante de sangre.
Además de las anteriores son contraindicación de la donación de progenitores de sangre periférica:
- Tener antecedentes de enfermedad inflamatoria ocular (iritis, episcleritis) o fibromiálgia.
- Tener antecedentes o factores de riesgo de trombosis venosa profunda o embolismo pulmonar.
- Recibir tratamiento con litio.
- Tener recuentos de plaquetas inferiores a 120.000 ml.
Son contraindicaciones temporales:
- El embarazo, ya que tras el alumbramiento y una vez concluida la lactancia se puede ser donante
- Los tratamiento anticoagulantes o antiagregantes (con aspirina, dipiridamol o similares), en función de la duración de los mismos.
Existen otros muchos procesos no incluidos en los anteriores listados que pueden dificultar la donación (obesidad mórbida, malformaciones del cuello o la columna vertebral, posibles alergias a los anestésicos y déficits enzimáticos familiares, entre otros), por ello es recomendable que todo candidato consulte su caso particular antes de inscribirse como donante ya que algunas patologías contraindican la donación de médula ósea pero no la de sangre periférica, y viceversa.
¿Cómo hacerse donante?
Si una persona cumple los requisitos antes mencionados y desea inscribirse como donante voluntario basta con seguir las siguientes instrucciones:
1) Llamar por teléfono al Centro de Referencia de Donantes de su Comunidad Autónoma (ver listado anexo) para acordar el día y la hora en que podrá ser.
2) Si antes del día acordado desea disponer de más información sobre la donación puede solicitarla a su Centro de Referencia, o bien obtenerla a través de la Fundación Josep Carreras llamando al teléfono 93 414 55 66, escribiendo al correo electrónico donantes@fcarreras.es, o en la página web de la Fundación www.fcarreras.org). Es muy importante leer con detenimiento el documento de Consentimiento
Informado (ver anexo) así como el reverso del documento de inscripción en el Registro (ver anexo).
recibido para completar la información sobre la donación y para realizar las pruebas de compatibilidad.
3) El día que acuda a su Centro de Referencia deberá:
- Ampliar la información sobre la donación y aclarar todas las dudas que pueda tener.
- Rellenar con letra clara y mayúscula todos los apartados del documento de inscripción en el Registro.
- Firmar el documento de inscripción en el Registro.
Hacer firmar el mismo documento a un testigo (familiar, amigo u otra persona presente en el momento de su
firma).
Permitir que le extraigan una pequeña muestra de sangre (no requiere estar en ayunas) para realizar las
pruebas de compatibilidad.
Características de la donación:
Es importante señalar que toda donación de progenitores hematopoyéticos debe cumplir la normativa establecida por el Real Decreto 1301/2006 que regula la utilización de tejidos humanos. Los aspectos más destacables de toda donación son:
1) Confidencialidad: En ningún caso podrán facilitarse ni divulgarse informaciones que permitan la
identificación del donante y/o del receptor.
2) Gratuidad: En ningún caso se podrá percibir compensación alguna por la donación ni se exigirá pago alguno al receptor.
3) Finalidad terapéutica: La obtención de progenitores hematopoyéticos sólo podrá tener una finalidad
terapéutica.
4) La obtención de progenitores sólo podrá realizarse en centros debidamente autorizados, localizados en
zonas lo más cercanas posibles al lugar de residencia del donante, y dentro del territorio nacional.
Evidentemente el no percibir compensación económica alguna no excluye que al donante se le compensen
todos los gastos derivados de la donación (desplazamientos, alojamiento de él y de un acompañante y dietas, si la extracción se realiza en una ciudad distinta a la de residencia habitual) y, si fuera necesario, el valor de las
jornadas laborales perdidas.
Antes de la donación:
Si sigue adelante con la donación y el paciente precisa una donación de médula ósea, en el mes anterior a la
misma, deberán efectuarse:
- Una o dos extracciones de sangre para su posterior autotransfusión (ver a continuación).
- Diversas pruebas (radiografía de tórax, electrocardiograma, pruebas funcionales respiratorias) y una revisión médica completa para saber si puede ser anestesiado sin riesgo. Todas estas exploraciones se realizan en el centro hospitalario donde se vaya a efectuar la extracción. Se intenta siempre que este centro sea el más cercano al domicilio del donante y que cuente con una amplia experiencia en este tipo de procedimientos. Tras una nueva información del proceso por parte del médico responsable de la extracción, deberá acordarse si la extracción se realizará bajo anestesia general o epidural (ver a continuación).
- Firmar el correspondiente consentimiento informado para poder ser anestesiado y efectuar la extracción medular.
.2. La donación La médula ósea puede extraerse tanto bajo anestesia general como epidural. Sin embargo, a pesar de comportar más riesgos que la epidural, la más empleada es la anestesia general por ser más cómoda para el donante.
La anestesia general
Se efectúa administrando un anestésico, a través de una vena del brazo, que deja dormido y relajado al
donante. Durante la anestesia es necesario mantener la respiración artificialmente mediante un tubo colocado
en la boca que va introduciendo oxígeno en los pulmones. Normalmente la anestesia transcurre sin incidencias
destacables pero debe conocerse que son posibles algunos efectos secundarios como:
- Molestias en la boca o garganta en las horas que siguen a la anestesia como consecuencia de la colocación del tubo para la respiración (complicación habitual pero leve y transitoria).
- Sensación de náusea e inestabilidad en las horas que siguen a la anestesia. Por dicho motivo se suele mantener ingresado al donante durante las 24 horas siguientes a la donación.
- Reacción alérgica a alguno de los medicamentos empleados (complicación excepcional, con una incidencia inferior a 1 por 50.000 anestesias).
La anestesia epidural
Consiste en anestesiar el cuerpo de cintura para abajo. Se efectúa inyectando el anestésico en el espacio que
queda entre dos vértebras de la zona lumbar. Aunque es excepcional que este tipo de anestesia tenga efectos
secundarios puede ocurrir que:
- El anestésico surta su efecto sobre el sistema nervioso central y deba finalmente efectuarse una anestesia
- general.
- No se consiga una correcta anestesia de la zona a puncionar y sea preciso efectuar una anestesia general.
- Produzca dolor de cabeza o de espalda (fácilmente controlable con analgésicos suaves) en los días que siguen a la donación.
La aspiración de la médula ósea
En un quirófano y bajo las medidas de asepsia que toda intervención quirúrgica requiere, se procede a anestesiar al donante, colocándolo a continuación en posición de decúbito prono (boca abajo) sobre la mesa de operaciones. Tras desinfectar la piel que cubre las crestas ilíacas posteriores (prominencias óseas localizadas en la parte postero-superior de la pelvis), dos miembros del equipo extractor, situados a ambos lados de la mesa de operaciones, puncionan dichas cretas ilíacas con unas agujas especialmente diseñadas para ello. En cada punción se obtienen unos 5 mL de sangre medular que contiene los progenitores hematopoyéticos. Una vez obtenida se deposita en una bolsa con heparina (sustancia que evita la coagulación de la sangre).
A pesar de efectuarse múltiples punciones, al finalizar la aspiración sólo se observarán 1 ó 2 orificios en la piel que cubre cada cresta iliaca. Este procedimiento suele durar entre una y dos horas. Durante la aspiración, o inmediatamente después, se administra la autotransfusión. Tras la extracción, el donante es llevado al area post-anestesia donde será controlado las 2-3 horas siguientes a la donación y tras ello, será conducido a su habitación. La duración del ingreso será de 14-36 horas, siendo lo más habitual ingresar la noche anterior a la aspiración y ser dado de alta a la mañana siguiente.
La autotransfusión
Al extraer la médula ósea se obtienen células madre mezcladas con sangre medular (sangre que nutre a la médula). Normalmente se obtienen 15 – 20 mL de sangre medular por kilo de peso del donante, lo que significa que en un donante de 70 kilos se obtienen unos 1000 – 1400 mL de sangre medular. Esta pérdida de volumen de sangre, en el poco tiempo que dura la extracción (1 – 2 horas) puede producir efectos secundarios en el donante (caída de la tensión, sensación de mareo y cansancio, entre otros). Ello obligaría a efectuar una transfusión, con el riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas que toda transfusión conlleva.
La autotransfusión solventa este problema. En las 2 – 3 semanas previas a la donación se extraen al donante 1 ó 2 unidades de 300 – 450 mL de sangre.
Esta sangre, adecuadamente etiquetada para su identificación, es mantenida refrigerada en nevera hasta el momento de la extracción de médula ósea y entonces es transfundida. Con esta maniobra se logra que en ningún momento se produzca una pérdida de volumen de sangre que pueda producir síntomas. La administración de hierro por vía oral, desde la extracción para la autotransfusión y hasta un par de meses después de la donación de médula, favorece que el organismo reponga rápidamente el volumen de sangre donado.
Segunda donación
Transcurridas unas semanas de la donación, la recuperación de la funciónmedular es completa y los análisis se han normalizado por lo que se podría realizar, sin problemas, una segunda donación. Con todo la normativa vigente diferencia claramente dos situaciones. :
1. Tras una donación demédula ósea
a) Donación para un nuevo paciente se exige que hayan transcurrido un mínimo de 1 año desde la
anterior donación. En realidad, una vez realizada la primera donación se pregunta al donante si desea seguir
apareciendo en el listado de posibles donantes voluntarios. Si responde afirmativamente, en ningún caso se le
solicitaría una nueva donación antes de transcurrido este tiempo o si existiera un donante alternativo para dicho paciente.
b) Nueva donación para el mismo paciente. Esta solicitud puede presentarse:
- a las pocas semanas de la donación por haberse producido un rechazo del injerto. En esta situación suelen solicitarse progenitores de sangre periférica que, al obtenerse en mayor cantidad que los de médula, pueden resolver el problema.
- al cabo de meses o años por haberse producido una recaída de la leucemia. Hoy en día se sabe que, en determinadas situaciones, es posible controlar la reaparición de la leucemia con la administración de linfocitos del donante. Estas células de la sangre, en ocasiones, son capaces de acabar con las células leucémicas del paciente. La forma de donar linfocitos es variable según la cantidad que se precise. Si son pocos pueden obtenerse mediante una simple donación de 300 – 500 mL de sangre; si se necesita una cantidad mayor será preciso realizar una citoaféresis sin necesidad de administrar factores de crecimiento.
Para más información puede ponerse en contacto con la Fundación Josep Carreras para la Lucha contra la
Leucemia (REDMO):
C/Muntaner, 383
08021 Barcelona
Teléfono: 900 32 33 34 Fax: 93 201 05 88
donants@fcarreras.es
Fuente: Fisiocatessen