Frecuencia y práctica del fitness

Los médicos y los entrenadores de deporte son unánimes a la hora de decir que la frecuencia de ejercicios de fitness está ligada a su eficacia. A lo largo de la jornada, la energía no es la misma. Por la mañana los músculos necesitan despertarse. Durante el resto del día necesitan tonificarse, y por la noche requieren un tiempo de descanso. Así pues, la frecuencia y práctica del fitness depende de varios factores.

Despertar del músculo

El fitness es un deporte que ayuda a desarrollar la musculatura con una dominante dietética. Es decir, que la alimentación debe corresponderse con el entrenamiento y la intensidad de las sesiones de ejercicios.

Si tenéis un entrenador personal, este os aconsejará seguramente que hagáis ejercicio por la mañana para trabajar los abdominales. La musculatura abdominal es una parte importante de este deporte, puesto que es el centro de vuestra capacidad de musculación, independientemente de vuestro tamaño corporal. Pero, este momento suele corresponder a la mañana. Se aconseja añadir a los ejercicios abdominales algunos de estiramientos y de respiración.

El tono muscular

Al final de la mañana, o hacia las 15 horas, podéis realizar vuestra sesión de fitness tónico, y forzar algo más sobre el resultado. Es el momento de practicar fitness y de activar las pulsaciones cardíacas. Vuestros movimientos de musculación pueden ser rápidos en una sesión que puede durar entre 30 y 45 minutos.

La relajación

Por la tarde, después del trabajo, se puede realizar una sesión de fitness de unos 15 minutos, favoreciendo el trabajo abdominal, seguido de una sesión de relajación. La relajación os ayuda a relajar los músculos, trabajando la respiración. Sabéis que la respiración es capital en el trabajo de los músculos, puesto que es el motor de su desarrollo.

Se trata de inspirar por la nariz y expirar por la boca. Siguiendo este ritmo, se trabajan los músculos en profundidad, y no sólo a nivel del volumen. Una pregunta que muchos se hacen es qué se debe comer antes o después del ejercicio. De hecho no hay reglas para esto, puesto que va en función de la comodidad de cada uno, pero siempre que se respeten las dos horas de digestión tras un almuerzo copioso antes de comenzar a realizar el ejercicio.

Scroll al inicio