Por: William Llewellyn
Como muchos de nuestros lectores deben saber, la hormona de crecimiento humana es un mediador importante del metabolismo y el crecimiento en humanos. Muchos de nosotros la conocemos como somatropina (hCG sintética), una droga popular en el culturismo y los deportes usada para mejorar la masa muscular y la definición.
En investigaciones clínicas, preparaciones que contienen somatropina han probado ser efectivas en tratamientos de problemas relacionados con el envejecimiento incluyendo la pérdida de músculos y la fuerza, deterioro del metabolismo energético y colesterol elevado (por mencionar algunos).
Debido a su diversa serie de actividades, los médicos la han incorporado es sus programas de control del envejecimiento. Sin embargo, después de algunos incidentes con su uso fuera de indicación, el gobierno aprobó leyes que limitan la prescripción de la hormona de crecimiento para ciertos usos. Los médicos antienvejecimiento tienen poco acceso a este medicamento. Muchos de ellos han comenzado a buscar alternativas efectivas…
Un sustituto potencial podría ser la tesamorelina, un medicamento que estimula la liberación de hormona de crecimiento y que analizamos en esta columna el año pasado. Ha mostrado en estudios ser un potente agente estimulador de hormona de crecimiento (algo que podría ser muy valioso en el deporte).
La Federación de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA) aprobó esta droga en el 2010 oficialmente para apoyar el tratamiento de la lipodistrofia, asociada con el SIDA o para ayudar a combatir el exceso de grasa abdominal.
La tesamorelina es prácticamente nueva y se tiene poca información sobre datos y experiencias. Muchos médicos todavía no se han familiarizado con ella y otros esperan más estudios. En ese sentido, un estudio publicado por la Clínica de Enfermedades Contagiosas menciona las pruebas en Fase III de este medicamento.
Los científicos investigaron los cambios en el tejido adiposo visceral con tesamorelina y estos cambios estarían asociados con mejorías en los marcadores de salud. Se seleccionaron un total de 402 hombres y mujeres con adiposidad abdominal asociada al SIDA para esta investigación. El estudio duró un año. Los primeros seis meses los sujetos fueron divididos en dos grupos (tesamorelina y el otro grupo un placebo).
Después de seis meses los sujetos que recibían tesamorelina fueron separados al azar para que recibieran la droga o un placebo por seis meses más. Si bien no todos respondieron a la terapia, aquéllos que lo hicieron notaron mejorías significativas.
Esto incluye 8% de reducción del tejido adiposo, reducción de los triglicéridos en suero y preservación de la homeostasis de glucosa.
La tesamorelina parece ofrecer los mismos beneficios de la somatropina tradicional, sin la inestabilidad en la glucosa o edema. Se necesitan aún más estudios para determinar si este agente puede usarse de forma más amplia en lugar de la somatropina, especialmente en la medicina antienvejecimiento.
Fuente: FISICOCULTURISMO TOTAL