¿Se puede tener demasiado músculo? ¿Os sorprenderéis si digo sí? Y no me refiero a los profesionales de 135 kilos. Hablo de las ratas de gimnasio, que podéis ser vosotros.
¿Os imagináis la emoción que sentía? Estaba dispuesto a arrastrarme por encima de cristales rotos para conseguir las mejores fotografías de la historia.
Había planificado las poses que el culturista tendría que hacer, que habría el paisaje marino de fondo, que quería fotografiarle desde un ángulo bajo, la relación del reflector al sol y todo los demás detalles que consiguen una buena fotografía. Las fotografías básicas fueron muy bien y terminamos en una hora. Mi idea para terminar era fotografiar al culturista corriendo por el horizonte utilizando el disparador automático para mostrarle como un leopardo a la caza.
¡Vaya! Lo habéis adivinado…mi culturista, de quien no diré el nombre para no perjudicar su reputación, no podía correr. Me quedé atónito al ver que ni siquiera podía caminar rápido. Decir que estaba muy sorprendido es quedarme muy corto. Al principio, cuando le pedí que corriera, intentó poner un pie delante del otro con lentitud, y yo pensé que estaba de broma. «No, no», dije. «Tan sólo corre 45 metros y te tomaré unas 20 instantáneas con el disparador automático. Tan sólo tardaré unos segundos».
El siguiente intento fue todavía más penoso. Tuve que aceptar que no haría esas fotografías. Después lo estuvimos hablando y me enteré de que en la época del instituto corría como el viento, pero es que después de seis años de entrenamiento intenso con pesas y alimentación forzada, y de no haber corrido, estaba tan inflado con cuádriceps de 70 centímetros y un pectoral de 132 centímetros, que cualquier otra cosa que no fuera un caminar dificultoso era imposible. Después admitió que tenía otros problemas, como no poder cortarse las uñas de los pies o acariciarse el cabello porque había logrado el dudoso honor de estar cargado de músculo.
Por lo que sé, estar cargado de músculo no es necesariamente una consecuencia de tener demasiado músculo, sino de no estirar los tendones y no realizar los ejercicios suplementarios que mantienen la elasticidad y la capacidad de movimientos en un nivel aceptable. Muchos monstruos del músculo, como Ronnie Coleman, Flex Wheeler y Tom Platz han demostrado en el escenario que son capaces de abrirse de piernas por completo a pesar de la abundancia de músculo. Esto nos demuestra que incluso un gran desarrollo muscular no es por sí sólo un limitador de la flexibilidad. Está claro que una abundancia de masa no restringe habilidades básicas como correr y saltar.
No obstante, no es un secreto que el público general cree que el culturismo ha ido demasiado lejos. De hecho, muy pocas veces se televisan competiciones de culturismo y, por desgracia, podéis pasear por la playa de Santa Mónica, que una vez fue un refugio de culturistas, y llegar a Venice sin ver a un solo culturista.
¿Cómo es posible? Por la obesidad muscular. Esa es la razón. Los mejores culturistas actuales están muy inflados y prácticamente parecen gordos. Son como un edificio. La diferencia entre el tamaño de la cintura y del pecho, debido a la hormona del crecimiento y los esteroides, es menor que en la época dorada de este deporte, en la que era habitual que fuera de 50 centímetros. Los atletas antiguos, como Steve Reeves, Don Howorth, Armand Tanny, Arnold Schwarzenegger y muchos otros menos conocidos, lucían orgullosos sus cuerpos por la playa. Los competidores de hoy están considerados anormales, o algo peor…provocan la risa.
No se trata de que los culturistas actuales sean exactamente como los de antes, que eran más que competentes en otras actividades, como el judo, la natación, la halterofilia, los equilibrios o la gimnasia; pero tampoco estoy a favor de la obesidad muscular. Todo atleta tiene que ser capaz de correr, subir escaleras y saltar a la cuerda sin demasiada dificultad.
Es cierto que si estáis desesperados por ganar músculo, otras actividades pueden ralentizar el proceso, pero no caigáis en la trampa de prescindir del ejercicio cardiovascular. Tenéis que mantener el cuerpo flexible y eficiente además de fuerte y con un desarrollo proporcionado.
Hoy en día está ganando popularidad el movimiento CrossFit, un programa de fuerza y acondicionamiento físico. ¿Por qué? Porque se trata de un entrenamiento eficiente y construye un cuerpo capaz de hacer algo más que sentadillas y press de banca. CrossFit, tal y como yo lo entiendo, implica realizar actividades como mover unos neumáticos enormes por el gimnasio o ejercitarse con cadenas y anillas. Según dicen, te pueden expulsar de un gimnasio CrossFit si te pillan haciendo un curl con barra. Gran parte de lo que propone CrossFit es opuesto a lo que se practica en los gimnasios convencionales de todo Estados Unidos. Los seguidores de este sistema aseguran que construye más músculo que el entrenamiento con pesas convencional. Sin embargo, yo no estoy de acuerdo con esta afirmación. Nada construye músculo tan rápido como el entrenamiento convencional con pesas. Los culturistas han tardado cien años en llegar a esta conclusión. El entrenamiento CrossFit desarrolla músculo funcional, fuerza y rendimiento, y comprendo que sea un fenómeno creciente. Sin duda no es para los débiles de espíritu, pero no es superior al entrenamiento de pesos progresivo en la ganancia de músculo.
Regresemos al entrenamiento de fuerza convencional. Sabemos que la mayoría de culturistas comenzaron como atletas de una disciplina u otra. De jóvenes fueron jugadores de jockey, fútbol americano u otra actividad física. Sin embargo, cuando entraron en el culturismo la mayoría dejó de lado estas actividades.
Aunque el entrenamiento con pesas, sobre todo cuando el periodo de descanso entre series es muy reducido, trabaja el corazón, los pulmones y el sistema circulatorio, se recomienda que encontréis tiempo para incorporar algunas actividades que de verdad supongan un reto para vuestro sistema cardiovascular. Combinadlas con las sesiones con pesas, los estiramientos y una buena alimentación y tendréis menos posibilidades de sufrir una enfermedad cardiaca o diabetes, además de estar más en forma y poseer una musculatura funcional.
Haced como mínimo tres sesiones de cardio a la semana. No os voy a recomendar una duración de esta sesión porque dependerá de vuestro estado de forma. Algunos tendréis que comenzar con cinco minutos o menos. En cambio otros, los que ya eran activos a nivel cardiovascular pueden realizar sesiones de hasta una hora. Los que fuman, tienen sobrepeso o son mayores de 35 años deben consultar a su médico para que les realice una prueba de estrés. Para diseñar un programa cardiovascular heroico de verdad debéis realizar diversos ejercicios. Haced movimientos distintos en cada sesión. Bienvenidos a vuestra nueva vida de fitness. Por fin podréis subir las escaleras sin que se acelere vuestro ritmo cardiaco, y también os podréis atusar el pelo.
Nadar
Esta sea quizá la mejor actividad cardiovascular para las personas proclives a sufrir una lesión. El impacto físico, habitual en otras actividades, no se sufre en esta y el nivel de intensidad y la velocidad pueden graduarse según vuestro estado de forma.
Bicicleta
Hacer bicicleta en el gimnasio es una cosa, mientras que acudir a una clase de spinning de una hora o ir en bici por la montaza es otra, pues se trabaja la musculatura de la parte inferior del cuerpo.
Saltar a la comba
Si nunca lo habéis practicado puede ser difícil al principio. Perseverad y antes de que os deis cuenta haréis cinco minutos seguidos. Al parecer, el tiempo que Muhammad Ali aguantaba sin parar era de 17 minutos.
Movimiento de andar
Esta es la actividad cardiovascular más habitual para los culturistas, sobre todo en precompetición, cuando el nivel de grasa tiene que reducirse al mínimo.
Senderismo
Esta actividad, en especial cuando se sube un monte, es matadora. El nivel de intensidad aumenta cuando la inclinación y la velocidad son mayores. Atención: los caminos pedregosos pueden causar lesiones de tobillo.
Tenéis que mantener el cuerpo flexible y eficiente además de fuerte y con un desarrollo proporcionado.
Fuente: Fisicoculturismo y Fitness