En el deporte … mejor prevenir que curar.

Fisioterapia y deporte son dos términos que caminan totalmente unidos. En la práctica deportiva buscamos la máxima competitividad y afán de superación, suponiendo esto que tendremos que cuidar hasta el más mínimo detalle en lo que se refiere a la preparación, programas de prevención y recuperación. Es por esto que el fisioterapeuta se ha convertido en un compenente indispensable dentro de un equipo multidisciplinar dentro de cualquier club o entidad deportiva.

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Fisioterapeuta y deportista

La función del fisioterapeuta es muy compleja ya que debe preparar y acondicionar al deportista para la competición, recuperarlo del esfuerzo realizado para que llegue en condiciones excelentes a la siguiente cita deportiva, PREVENIR LESIONES y recuperarlas lo mejor y más rápidamente que se pueda para que pueda afrontar su actividad en las mejores condiciones.

¿Por qué PREVENCIÓN DE LESIONES en mayúsculas?
Pues lo he puesto por que como siempre dicen: siempre es mejor prevenir que curar, y si es completamente cierto en cualquier circunstáncia de la vida, aún lo es más en el ámbito deportivo.

Gran parte de las lesiones deportivas son el resultado de la existéncia de uno o varios factores de riesgo que pueden contribuir a la aparición de determinadas lesiones en el deportista. Los factores de riesgo pueden ser de dos tipos:

  1. Factores de riesgo intrínsecos: como pueden ser la edad, la estructura corporal (sobrepeso), lesiones previas con rehabilitación incompleta e inadecuada, baja forma física, factores hormonales (menarquia, alteraciones de la ovulación, …), factores nutricionales (déficit de calcio, vitamina D, …), tóxicos (consumo de alcholo o drogas), enfermedades metabólicas (diabetes mellitus, hipertiroidismo,…), factores farmacológicos, técnica o gesto deportivo inadecuado, mala alineación anatomica de algún segmento corporal, deformidades, inestabilidades, hiperlaxitud ligamentosa, falta de coordinación y el estado mental del deportista.
  2. Factores de riesgo extrínsecos: estos factores pueden ser un programa de entrenamiento inadecuado, equipo y protección para la práctica deportiva inadecuados, malas características del terreno, factores ambientales y presiones externas procedentes de la sociedad (familiares, compañeros, …).
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Hiperlaxitud ligamentosa

Para poder prevenir y reducir el número de lesiones en el deportista será preciso tener en cuenta las siguientes características:

  • De antemano se realizará una exploración física previa. Esta pondrá en manifiesto la forma física del deportista y si existe algún tipo de desequilibrio en sus capacidades que pueda ser causa de fatiga muscular, disminución del tiempo de reacción, falta de coordinación. Además la anamnesis deberá revelar todos los factores intrínsecos que puedan ser controlados.
  • Se realizará un acondicionamiento físico y gradual adecuado. La preparación física preventiva de lesiones debe incluir la preocupación por la fuerza, flexibilidad, resistencia y coordinación neuromuscular. El calentamiento será adecuado y previo a la actividad física (se ha demostrado qje se necesita mucha más fuerza y elongación para desgarrar una fibra muscular en músculos precalentados que de los no acondicionados. La flexibilidad también la tendremos en cuenta ya que cuando se tiene buena flexibilidad el deportista tendrá capacidad para soportar situaciones de torsión y stress articular, reducir el impacto de los choques, cambiar la dirección de un movimiento y usar con mayor eficacia su cuerpo. La fuerza muscular es muy importante ya que una musculatura con poca resisitencia se fatiga antes, pierde su capacidad de relajación, aumenta su capacidad de desgarre, el tiempo de reacción se reduce y provoca rigidez e incapacidad de volver a la normalidad. La coordinación muscular será indispensable para reclutar los músculos que se necesiten especificamente para realizar la actividad, si este es inadecuado se producen tensiones físicas que terminan dando lugar a lesiones. La propiocepción debe desarrollar respuestas compensatorias neuromusculares individualizadas para cargas potencialemnte desestabilizadoras que se pueden presentar durante diversas actividades, como la mejora del esquema corporal, coordinación y equilibrio, adquirir nuevas capacidades, …
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Entrenamiento de la flexibilidad

  • Los problemas que pueden aparecer por el abuso del ejercicio. Este factor se debe de tener también muy en cuenta ya que causa lesiones debidas a una actitud de esfuerzo y exigéncias continuos por parte de muchos entrenadores y deportistas sin tener un ritmo gradual en el trabajo. La sobredosis de ejercicio se traduce en dolor muscular, calambres, disminución de flexibilidad, fatiga muscular generalizada, …
  • Una correcta nutrición. Las demandas nutritivas son importantes y necesitan un incremento de del número de calorias para mantener fuertes los tejidos corporales, reparar daños, recuperar músculos fatigados y regenerar la pérdida de energía. Una dieta variada suminitrará todos los minerales y vitaminas esenciales. Un aporte de agua adecuado también será de vital importancia. Los suplementos y aportes nutricionales no suelen demostrar una mejora significativa en el rendimiento.
  • Utilizar dispositivos de protección adecuados. El equipamiento deportivo contituye un buen medio profiláctico para prevenir lesiones como: cascos, máscaras, protectores bucales, espinilleras, … ). Los vendajes funcionales también ayudan a prevenir una posible lesión y evita la deficiencia existente en alguna zona del cuerpo ya lesionada, permitiendo así continuar con el desarrollo del movimiento y función del segmento corporal dañado.
  • Consideraciones psicológicas. El apoyo psicológico al deportista es fundamental ya que puede influir directamente con sus respuestas neuromusculares y aparición consecuente de lesiones. El deportista se enfrenta a muchas situaciones estresantes a diario, si su respuesta es inadecuada o negativa, aparecerán transtornos psicoemocionales negativos. El estrés puede desembocar: deterioro físico, pérdida de vigor y concentración, pérdida de iniciativa y de nivel de rendimiento, propensión a sufrir enfermedades y episodios psicosomáticos. Se vigilará y prevendrán las situaciones de sobreentrenamiento, estrés negativo, malos hábitos alimenticios, problemas emocionales derivados de las situaciones de ansiedad, … Por todo esto siempre trataremos de ser comprensivos y animar al deportista a hablar y expresar sus sentimientos, permitiénole así descargar sus emociones y les transmitiremos calma y tranquilidad evitando la compansión y actuar con brusquedad.
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Rafa estresado

Bueno aquí os he dejado todos estos consejos, tanto si sois entrenadores, deportistas o fisioterapeutas.
Y ya sabeis, siempre es mejor prevenir que curar, y si la lesión ya está ocasionada, siempre estarán los fisios para ayudar a una correcta recuperación lo más temprana posible. 🙂

Nos leemos muy prontito en el próximo post. Saludooooos!!

Fuente: Fisiocatessen

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