El yoga tiene un insospechado poder de adicción.
Lo demuestran afirmaciones tajantes como las pronunciadas por Gwyneth Paltrow: “Lo practico seis días a la semana y me siento mucho mejor”; Jennifer Aniston: “El yoga cambió mi vida”; Angela Lindvall: “Es lo que me ayuda a mantener el equilibrio en mi trabajo y sentirme bien cada día”, o Anna dello Russo: “He vuelto a mi clase de yoga. Necesitaba mi momento de meditación».
Los motivos que hacen convertir a una amateur en devota de esta disciplina los resume así Beatriz Moreno de la Cova: “Empecé a practicarlo después de dar a luz para recuperar la figura. Comencé por un tema de culto al cuerpo pero consiguió engancharme a nivel emocional. El yoga te permite tener control total sobre tu cuerpo y moldear tu figura sin llegar a estar demasiado musculosa… ¡Es un paréntesis, tu momento kit-kat!”.
La vida de una working girl es frenética. El ritmo de vida actual manda y es algo que no va a cambiar, “pero nosotros nos cambiamos a nosotros mismos”, nos cuenta Lauren Imparato, una de las expertas en yoga más influyentes del mundo. ¿Los motivos? Haber reinventado esta disciplina tradicional en un método adaptado a las exigencias de la vida moderna, ésa que la impulsó a cambiar el ritmo.
Antes que yogui, Lauren era una experta económica de Morgan Stranley acostumbrada a jornadas de trabajo maratonianas y a correr 100 kilómetros a la semana. “Un día, caminando por Manhattan con mi novio, me fijé en sus piernas: las mías eran enormes comparadas con las suyas, el doble para ser precisa. No entendía cómo podía ser si corría todos los días, nadaba, jugaba al baloncesto, comía bien…Trabajaba mucho, sí, pero eso no explicaba lo que vi saliendo de mis shorts. Cuando se lo comenté me sugirió que probara el yoga. Lo había experimentado unas cuantas veces con mi madre, en California, pero nunca de forma regular. Al día siguiente decidí probarlo».
Es el comienzo de una historia que terminó con la creación de su propio estudio de yoga en Manhattan y su propio método, I.AM.YOU. “Es para personas cosmopolitas que ni pueden (ni quieren) renunciar a su ritmo de vida actual».
“Las urbanitas están dispuestas a mantener un nivel de estrés básico. Esto no va a cambiar. De hecho, con el desarrollo de las economías y las grandes ciudades solo va a ir en aumento”, predice, al tiempo que nos da la fórmula del éxito para disfrutar de esta vida. “Yoga, nutrición y perspectiva”. «Lo increíble de esta clase colectiva es que es en un ambiente abierto y libre. Es algo divertido que se puede compartir con amigos, cultura, tradición y modernidad”.
Fuente: Ingesport Noticias