Nosotros, aunque parece que nos hemos olvidado, también somos naturaleza y también tenemos nuestros ritmos, el latido del corazón, la respiración, el ciclo del sueño, nuestros biorritmos…
Muy sutil pero que podemos notar muy fácilmente en nuestro cuerpo es el ritmo sacro-craneal. El sacro y el cráneo están unidos entre sí por las meninges, unas membranas que protegen nuestro cerebro y nuestra médula espinal, es decir, nuestro sistema nervioso central.
El Dr. John E. Upledger comprobó en la mesa de operaciones que las meninges están en constante movimiento, y a través del tejido conjuntivo que es el que transmite las fuerzas en el cuerpo, podemos notar este movimiento en cualquier parte del cuerpo, especialmente en el cráneo.
Con una frecuencia de 8 a 12 veces por minuto y totalmente independiente de los ritmos cardíaco y respiratorio, nuestro cuerpo se expande y se contrae constantemente.
Podemos aprovechar este ritmo mágico para trabajar bloqueos en el cuerpo, tanto a nivel del cráneo como a nivel vertebral e incluso visceral.
El terapeuta, a través de la palpación, averigua qué zonas han perdido su ritmo. Por medio de compresiones y masajes suaves, invita al cuerpo a liberarse de las restricciones, tanto físicas como emocionales, que impiden su ritmo natural y que están generando molestias, dolor, contracturas, ansiedad…
Recomendamos a las mamás que aprendan técnicas básicas de terapia sacro craneal porque tiene efectos muy beneficiosos para los bebés. Ayuda mucho a las personas mayores, con enfermedades crónicas e incluso a personas hospitalizadas.
El cuerpo entra en estado de profunda relajación y activa todos los mecanismos que tiene para recuperarse.
Si queréis saber más os recomendamos el libro “Tu médico interno y tú” de Jonh E. Upledger. Ediciones Mandal a.
Aunque la mejor manera de conocer esta técnica es animamos a recibirla .
Os esperamos!!!
Fuente: PILATES