El mito de la fruta «sana»

Sé que es complicado que la sociedad acepte lo que voy a contar a continuación, pero hay que empezar a concienciarse de las mentiras expuestas por los gobiernos a lo largo de nuestra historia. Nos han contado patrañas tan grandes que una vez realizado el estudio de esa patraña, el científico no sabe qué pensar. Entonces, ¿por qué nos han engañado tantísimo?

Nutrición, fenómeno ovni, misiones secretas, autoatentados, política diaria general, ocultaciones de crisis. Son sólo algunas de las mentiras a las que se nos ha expuesto desde siempre. Y con un único fin. Intereses: dinero y poder.

Recopilaré información de una compañera de foro llamada Ana Muñiz, la cual en su blog tiene bastante información recopilada sobre la verdadera nutrición y salud.

¿Por qué la fruta es relativamente perjudicial?

Todos sabemos que una dieta rica en azúcar no es saludable. Primero, por la salud en sí, y segundo, por las grandes calorías que posee. Además de volver loco el tema insulínico.

También sabemos que la bollería industrial, bollería «casera», cereales, barritas de muesli, chocolate con leche barato y un sinfín de cosas tienen un alto contenido de azúcar.
La fruta no se queda atrás. Aunque el azúcar de la fruta se camufla con el nombre de fructosa. Y muchos «nutricionistas de herbolario» proclamarán a sus fieles clientes que es glucosa natural y que se puede comer todo lo que se quiera. Pero estos «vampiros» de la nutrición no piensan o no saben que la fruta de hoy en día es como comer un alimento robotizado. Porque es todo fabricado.
En el campo de mi familia hay varios árboles de fruta que producen mandarinas, naranjas, manzanas y damascos. Al meterles un mordisco, sientes en tus papilas gustativas como está exento de porquerías. Pero la gran diferencia con la fruta que nos venden es en el aspecto de ella. Las que tu coges directamente del árbol tienen un aspecto más feo. Sin embargo, las que compramos en fruterías te vienen rojas, grandes y apetitosas. Ese es el problema.

Pero no nos desviemos de la verdadera respuesta. La fruta no es tan buena como se piensa por la fructosa. Eso es indudable. Es la glucosa más perjudicial para el cuerpo. Más que la sacarosa de toda la vida.

¿Por qué? «La fructosa se metaboliza por el hígado y no es una fuente rápida de energía, la glucosa se absorbe inmediatamente y la energía sube y baja rapidamente, todas las células de nuestro cuerpo pueden metabolizar la glucosa, pero la fructosa se almacena en el hígado y los músculos en forma de glucógeno para cuando necesitemos hacer un esfuerzo.

Cuando la fructosa llega al hígado este se dedica en exclusiva a metabolizarla. Eleva la ghrelina en sangre y esta es la hormona que incrementa el apetito, por lo tanto ingerir fructosa no sacia el apetito y después sentirás más hambre (y te va a apetecer más dulce)«

Y efectivamente. Cuando cualquier persona (o al menos yo) ingiere 3 o 4 piezas de fruta, me entran ganas de comer algo más dulce. ¡Si supiéramos cuál es el poder de la mente!

La fructosa engorda

«Sabiendo esto es fácil darse cuenta que un exceso de fructosa hace trabajar demasiado al hígado y te predispone a sufrir una resistencia a la insulina y a la larga esteatosis (hígado graso por acumulación de grasas en la célula hepática). En grandes cantidades funciona como una toxina el hígado necesita metabolizarla y lo hace transformandola en grasa y enviandola a nuestras celulas adiposas

Cantidad de azúcar en algunas frutas

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126g de uvas aportan 20g de azúcar (Para eso como crema de cacahuetes)
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Una naranja grande contiene 23g de azúcar (Además de no tener casi nade de Vit.C, mirad la cantidad de azúcar)
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223g de manzana aporta 23g de azúcar (y la gente comiéndolas como si fueran pipas)
¿Cuán de perjudicial puede ser un exceso de fructosa?
«Un exceso crónico causa dislipidemia, que altera los marcadores de lípidos en sangre lo que supone un riesgo de enfermedades del corazón. Y tu cuerpo se defiende aumentando sus niveles de colesterol para protegerse. La fructosa tiene los mismos efectos sobre el hígado que el alcohol, ambos en exceso son toxinas.»

«Causa resistencia a leptina, la hormona que regula el peso controlando el apetito y los niveles hormonales. Esta resistencia suele ser la causa de obesidad de esas personas que comen poco y engordan facilmente. El exceso de fructosa en tu dieta puede ser la causa de todos los problemas asociados al síndrome metabólico (diabetes, hipotiroidismo, obesidad, enfermedades coronarias… etc).»
«Incrementa la producción de ácido úrico mantenerlo alto nos lleva a agravar una hipertensión, tener “piedras” en el riñon e incluso sufrir gota.»
«Las células cancerosas crecen y proliferan muy bien con la fructosa como fuente de energía.

Reacciona con las proteínas y las grasas poliinsaturadas (7 veces más que la glucosa) creando radicales libres que oxidan las células contribuyendo a la inflamación crónica. Esto es un envejecimiento prematuro que también se notará en tu piel.»

«Un exceso puede desequilibrar tu flora intestinal, promoviendo y fomentando el crecimiento de bacterias patógenas.»

El ‘carajotismo’ de asociar la fructosa con un diabético
A los diabéticos les mandan usar fructosa como endulzante porque no se necesita insulina para su primera metabolización. Lo que desconocen (no lo creo) estos «célebres» médicos es que, en la finalización del proceso, la fructosa acaba convirtiéndose en glucosa con el aumento glucémico.
Frutas «saludables»
Cualquiera. Pero no sobrepasar los 105 gr al día de fruta.

Fuente: Culturismo Gaditano | Todo sobre culturismo y nutrición: Rutinas, dietas, consejos…

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