Levantar pesas no requiere ningún diploma superior, pero sí ciertos conocimientos de base sobre la anatomía subyacente y de la biomecánica implicada para aumentar las capacidades de los músculos. El músculo que tenemos tendencia a admirar y al que hacemos referencia cuando hablamos del pecho se llama el gran pectoral.
Estos músculos en forma de abanico, uno de cada lado, tienen por origen la clavícula (porción superior), los lados y el esternón (porción inferior), y luego convergen por una inserción común en el húmero. Cuando se contraen, provocan un movimiento de aducción horizontal (con el que el brazo se contrae hacia el pecho, hasta la línea mediana del cuerpo), al igual que la rotación interna del húmero. Situado debajo, el pequeño pectoral trabaja con el gran pectoral y es solicitado conjuntamente con su hermano mayor.
Trabajar los pectorales cuando están frescos significa que se debe dejar un tiempo de recuperación entre cada sesión de entrenamiento. Normalmente se admite que deben ser ejercidos de cada tres a seis días, en la medida en la que se les obliga a trabajar con cierta intensidad y volumen suficiente.
Los principiantes pueden generalmente entrenarlos con mayor frecuencia, porque no suelen someter los músculos al mismo volumen y a la misma intensidad que los bodybuilders más experimentados: por lo tanto necesitarán menos tiempo de recuperación. La lógica es sencilla: hace falta un tiempo de reposo para que se desarrollen, si no el sobreentrenamiento os dejará continuamente con un tejido muscular dañado, en vez de desarrollarlo.
En primer lugar debemos comprender que si trabajáis los hombros o los tríceps con los pectorales, debéis comenzar por estos últimos. Como los tríceps y los deltoides son grupos musculares más pequeños y que ambos intervienen en los movimientos de desarrollo, cansar uno u otro antes de entrenar los pectorales disminuye los esfuerzos realizados para desarrollar los músculos del pecho.
Por otro lado, se debe evitar el trabajo de los hombros o de los tríceps la víspera de una sesión de pectorales, puesto que el mismo efecto puede producirse por culpa de las agujetas o de una recuperación insuficiente. Si uno u otro de los puntos mencionados es una de vuestras debilidades, establecer un tiempo de 48 horas después de una sesión de entrenamiento de pectorales: de esta forma podréis ocuparos de todos los grupos musculares.
Si queréis trabajar los pectorales junto con los deltoides o los tríceps, realizad ejercicios con otros grupos musculares después de una sesión de pectorales, puesto que los otros están implicados en todos los ejercicios de desarrollo, y ya estarán calientes cuando empecéis a trabajarlos.
Fuente: Fisicoculturismo y Fitness