Si consideramos un indicativo de un físico bien trabajado en un programa de musculación sería imposible dejar pasar al abdomen hipertrofiados, pectorales y brazos fuertes para los hombres, así como una cintura fina, piernas torneadas y glúteos duros y definidos para las mujeres, etc; es claro que estas modificaciones también representan mejora en el acondicionamiento físico de manera general pero hay también otros músculos que no se consideran entre los iconos del “cuerpo perfecto” y que deberían ser más recordados ya que no solo sirven para mantener una simetría, sino también mantener una buena forma física.
Aquí vamos a citar dos de esos músculos que también tienen otra característica común; están entre los músculos que recordamos con más frecuencia cuando presentan problema principalmente cuando están asociados al dolor.
Los antebrazos
El primero de ellos es uno de los músculos menos recordados, el antebrazo; pero esto no significa que su fortalecimiento sea menos importante que los demás porque forma un grupo de músculos que ayuda a dar movilidad a una de las visagras más presentes en nuestras actividades diarias, la del puño.
* Acciones como el apoyo, equilibrio y tensión para coger algún peso están entre las más importantes.
* Pero para entender un poco mejor su importancia; hay personas cuyas actividades diarias requieren de teclear un ordenador y tienen mayor oportunidad de presentar lesión por esfuerzo repetitivo (LEA) en el puño entonces aparecen el dolor, desconfort y hasta ausencia laboral.
Entonces, trabajar mejor los músculos del antebrazo muchas veces olvidados en el programa de musculación puede ayudar a no tener el puño inmobilizado o con una lesión crónica por dar algunos ejemplos.
Las pantorrillas
Otro músculo no menos importante es la pantorrilla generalmente es recordada por personas que pasan mucho tiempo en pie y que está claro que sienten algún dolor.
* Además de ayudarnos en la locomoción, también es un músculo importante para mantener una buena circulación de la sangre cuando estamos en movimiento facilitando su retorno para el corazón.
* Por ello si no estuviera adecuadamente trabajada, puede comprometer nuestra capacidad de desplazarnos o quedemos en pie haciéndonos convivir con dolores frecuentes y también aumentar la oportunidad de presentar problemas circulatorios como las várices.
Este músculo es bastante exigido cuando hacemos ejercicios como caminar, correr o pedalear; aún así fortalecerlo y alargarlo al hacer pesas son prácticas importantes para mantener sus funciones.
Fuente: Ejercicios y Fitness