Ejercicio y meditación contra la gripe


Un estudio de 149 adultos activos y sedentarios de 50 años y mayores comparó los efectos preventivos del ejercicio moderado y la meditación de atención plena sobre la gravedad de las infecciones respiratorias durante una temporada de invierno completa en Wisconsin.Una nueva investigación sugiere que el ejercicio regular o la meditación podrían estar entre las mejores formas de reducir las infecciones respiratorias agudas.

Un pequeño estudio de 149 adultos activos y sedentarios de 50 años y mayores comparó los efectos preventivos del ejercicio moderado y la meditación de atención plena sobre la gravedad de las infecciones respiratorias, tales como el resfriado y la gripe, durante una temporada de invierno completa en Wisconsin.

Los investigadores encontraron que los participantes que iniciaban una rutina de ejercicio diaria tenían menos episodios de infecciones respiratorias y perdían menos días de trabajo. Los investigadores también encontraron que las personas que hacían meditación de atención plena, que se centra en prestar atención al cuerpo y las emociones, estaban más protegidos contra las enfermedades.

El estudio aparece en la edición de julio y agosto de la revista Annals of Family Medicine.

«Los resultados son notables y observamos una reducción de 40 a 50 por ciento en las infecciones respiratorias», señaló el Dr. Bruce Barrett, profesor asociado de medicina familiar en la Universidad de Wisconsin-Madison y autor principal del estudio.

«Cuando administramos las vacunas contra la gripe, que es una de las intervenciones más bien probadas y beneficiosas que tenemos, esta sólo protege a un nivel de 50 a 60 por ciento y únicamente para unas cuantas cepas del virus de la [gripe]», agregó Barrett. Sin embargo, señaló, que podría ser más difícil para algunas personas hacer ejercicio o practicar la meditación con regularidad que recibir una sola vacuna contra la gripe.

No quedó claro cómo los ejercicios físicos y mentales podrían ayudar a prevenir la enfermedad. Aunque el estudio halló una relación entre las actividades físicas y mentales y menos enfermedad, no probó una relación de causa y efecto.

«Pienso que la meditación de atención plena podría reducir el estrés percibido y que el ejercicio podría funcionar a través de más vías fisiológicas [para mejorar] el sistema inmunológico», señaló Barrett.

El virus de la gripe se relaciona con cerca de 36,000 muertes y medio millón de hospitalizaciones en Estados Unidos cada año, señalaron los autores del estudio. Y las enfermedades causadas por otros virus, como el responsable del resfriado común, son culpables de los 40 millones de días que se pierden en el trabajo y la escuela cada año.

En el estudio participaron en su mayoría mujeres blancas que no hacían meditación o ejercicio moderado más de una vez a la semana. Se dividieron aleatoriamente en tres grupos: un tercio que no cambió sus hábitos, un tercio que comenzó un programa de ocho semanas de ejercicio moderado, como correr en una caminadora y montar en bicicleta 45 minutos al día, con sesiones semanales de entrenamiento, y el resto que invirtió la misma cantidad de tiempo en meditación de atención plena, que incluye yoga, estiramientos, caminar y otras actividades con un instructor y por su propia cuenta.

Los investigadores siguieron a los participantes durante una temporada de resfriado y gripe y les pidieron que llamaran ante la primera señal de enfermedad y que llevaran un diario con sus síntomas.

Durante la temporada, los resultados mostraron, que aquellos que meditaban tenían 27 episodios de enfermedad respiratoria aguda y un total combinado de 257 días de enfermedad; y los que hicieron ejercicio tenían 241 días de enfermedad y 26 episodios. En comparación con 40 episodios y 453 días de enfermedad de los que no cambiaron sus hábitos.

El grupo de meditación perdió 16 días de trabajo por enfermedad, el de ejercicio 32 días y el grupo que no modificó sus hábitos 67 días. Pero la diferencia en sí fue lo suficientemente grande para que la relación entre la meditación y el trabajo perdido se considerara significativa, de acuerdo con los requisitos estadísticos que los autores establecieron antes del inicio del estudio.

Sin embargo, las cifras sugieren que el ejercicio y la meditación reducen las enfermedades respiratorias, señaló Barrett. «Este estudio me convenció de que son efectivos», agregó.

El estudio también sugirió que, aunque los beneficios de la meditación y el ejercicio eran similares, cuando los individuos en el grupo de meditación caían enfermos, sufrían al parecer menos y se sentían enfermos durante menos tiempo.

«Este estudio es una adición muy útil a la literatura médica», señaló James Carmody, que ha estudiado la meditación y las enfermedades crónicas en la Escuela de Medicina de la Universidad de Massachusetts en Worcester.

La investigación encontró que la capacitación en atención plena afecta de manera fiable la forma en que las personas perciben sus síntomas de enfermedad y reduce el estrés, apuntó Carmody, aunque hay menos evidencia de que sus cuerpos respondan de hecho de forma diferente a las infecciones.

«Si puedo redirigir mi atención y no estar tan pendiente de mi secreción nasal o dolor de garganta, los resfriados me afectarían menos», agregó Carmody.

David Nieman, profesor de ciencias del ejercicio en la Universidad Estatal de los Appalaches (Appalachian State University), cree que tanto el ejercicio como la meditación podrían hacer a la gente menos susceptible a la enfermedad al reducir sus niveles de estrés.

Sin embargo, los beneficios del ejercicio son efímeros, agregó. Su propia investigación encontró que las personas que hacían ejercicio cinco días a la semana experimentaban la mayor reducción en los síntomas del resfriado, mientras que los que hacían ejercicio unos pocos días a la semana obtenían beneficios intermedios.

Fuente: www.nlm.nih.gov

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