Ya estamos cansados de leer sobre las mejores maneras de trabajar los abdominales para conseguir un vientre plano. Mucho es lo que hemos escrito siempre sobre esta temática, y es que se trata de una de las inquietudes más importantes de la mayoría de los que andamos buscando un cuerpo en perfectas condiciones. Por eso en esta ocasión nos vamos a detenernos en un ejercicio en concreto, sino que vamos a ver los diferentes tipos de abdominales que tenemos a nuestro alcance, y la manera en la que actuará cada uno de ellos.
Ya sabemos que los tres pilares para conseguir un vientre plano son la alimentación, el ejercicio aeróbico y la tonificación de los músculos abdominales. Es cierto que la mayoría de las veces solemos realizar ejercicios que simplemente trabajan la parte más externa del abdomen. Es cierto que es la que más se ve, pero la pared abdominal está formada de otras partes más internas que hay que mantener trabajadas, pues es la base a la hora de conseguir un vientre plano en el que la grasa no tienda a acumularse sin que apenas nos demos cuenta de ello. Para ello es necesario conocer otras maneras de hacer abdominales que se escapan de lo habitual.
Abdominales convencionales
En primer lugar vamos a destacar el trabajo abdominal convencional, ya que es el que solemos realizar la gran mayoría de nosotros. Este trabajo se caracteriza por la realización de ejercicios que trabajar la parte más externa y estética del abdomen. Se trata de ejercicios de concentración en los que la fuerza y la tensión del ejercicio se concentra en los músculos que conforman la pared abdominal. Este tipo de abdominales nos servirá para conseguir aumentar el tamaño muscular de la parte abdominal, mientras acabamos con la formación de grasa en esta parte del cuerpo.
El trabajo convencional de abdominal se puede realizar con ejercicios en suelo, en máquinas, con cargas adicionales, sin ellas… Todos ellos buscarán conseguir una hipertrofia abdominal. Es cierto que esta manera de trabajar el abdomen es la que siempre hemos realizado a lo largo de los años, pero no es totalmente correcta, pues otras partes más internas de la pared abdominal no se trabajan casi nada a lo largo del tiempo que dura este entrenamiento, ya que para ello tenemos a nuestro alcance otro tipo de ejercicios.
Abdominales hipopresivos
Los abdominales hipopresivos son otra modalidad a la hora de trabajar la pared abdominal. Este tipo de abdominales nace en las rutinas de Pilates, y con ellos se busca trabajar los músculos más internos de la pared abdominal. Mediante el trabajo don este tipo de abdominales lo que conseguiremos será reducir el perímetro de la cintura, mientras que fortaleceremos los músculos más internos del abdomen, que son los encargados de sujetar los órganos internos que se encuentran en esta parte del cuerpo. Los abdominales hipopresivos también nos ayudarán a perder la grasa que se acumula en la pared abdominal, pero no conseguirá una gran hipertrofia en la parte más externa del abdomen, cosa que conseguiríamos con los convencionales antes citados.
Abdominales isométricos
En último lugar nos vamos a detener en otro tipo de abdominales, como son los isométricos. Esta es una de las maneras más desconocidas de trabajar los abdominales, ya que simplemente lo que se busca con estos es mantener en tensión y contracción la parte abdominal en todo momento. Para conseguir esta tensión adoptaremos una serie de posturas adecuadas para ello. Con esto lo que se pretende conseguir es trabajar también la parte más interna de la pared abdominal para conseguir reducir el perímetro de la cintura y la cantidad de grasa que se localiza en esta zona. Este tipo de abdominales son una buena manera de trabajar la pared abdominal, aunque lo más adecuado es mezclar los tres tipos de trabajo abdominal para conseguir unos músculos fuertes y en perfectas condiciones.
Fuente: Fisicoculturismo y Fitness