De amor y desapego

A 12 horas prácticamente del primer nacimiento de la nueva tanda de alumnas embarazadas. Dicho sí parece un dato cualquiera, pero cuando este acontecimiento está rodeado de tanta ilusión compartida por un grupo de mujeres que se han encontrado en un momento crucial de sus vidas, el nacimiento cobra una dimensión especial.

Siempre que comienza una alumna trato de ofrecer una cálida bienvenida a la clase, mostrándole el centro, presentándole a sus compañeras. Hay personas que prefieren ver la clase como ese momento de la semana en el que se centran en cuidarse, otras, sin embargo, sienten estos días como encuentros enriquecedores entre mujeres, en los que se comparte información, pensamientos y, por supuesto, emociones.

Dar a luz una nueva vida es un acto rodeado de amor y creatividad. El amor es el motor mismo de la vida y no hay vida sin amor; pero esta experiencia también nos enseña, y mucho, sobre el desapego.

Durante el proceso de gestación la mujer es como una serpiente que muda la piel, ha de dejar atrás ciertas cosas “lastres” u “obstáculos” para poder convertirse en una nueva criatura. A veces los obstáculos son pensamientos negativos que no nos dejan avanzar, a veces son prejuicios que no nos permiten crecer, actitudes dañinas con nuestro cuerpo, a veces son relaciones tóxicas que nos desgastan o trabajos irrespetuosos con la maternidad que nos frustran.

La mayoría de las veces son formas de resistirse al cambio. Una forma de apego con el yo o el “ego”. De esa idea que llevamos tanto tiempo forjando sobre nosotros mismos y de cómo debería ser nuestra vida.

Un bebé pone patas arriba tu vida para que madures y empieces a formar los pilares de una nueva situación vital. En este proceso “caen muchos árboles” a veces, milenarios.

Ahora es la profesora quien aprende otra forma de amor y desapego al finalizar el año. Es inevitable no encariñarse de un grupo tan alegre y solidario – nos hemos apoyado, escuchado, reído cantando villancicos y llorado- pero que poco a poco se irá marchando.

Tras unos meses caminando juntas llega el momento de partir para convertirse en criaturas nuevas, en esencia las mismas, pero que nunca jamás serán iguales.

Miércoles 10.30 – 12.00 y viernes de 17.00 – 18.30

Martes 17.15 – 18.15

Ruth Arranz

667975951