La práctica del Método Pilates se hace extensiva a toda persona, independientemente de variables como la edad y el sexo. Son escasas las ocasiones en las que el Pilates no está aconsejado, sin embargo, sí está siendo recomendado por los médicos para determinados problemas.
Vamos a explicar a continuación algunos aspectos muy importantes para su práctica:
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Práctica dirigida: Si acudes a recibir Pilates, asegúrate que la persona que lo imparte es un profesional titulado, es decir, es instructor de Pilates y por tanto, conoce la especificidad que ha de aplicar a cada persona en función de su condición física y en general, características personales.
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Intenta que las clases sean lo más individualizadas posible. Cuanto mayor sea el grupo, menos atención podrá mostrar el instructor a cada persona, con el consiguiente riesgo para la salud que ésto puede tener, como, por ejemplo, lesiones, ya que una mala práctica del Método Pilates puede ser tan nocivo como de forma inversa, la práctica adecuada es muy beneficiosa.
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Espacio amplio: El espacio es muy importante, puesto que si la práctica se ha de llevar a cabo en una sala pequeña, quizás no sea posible la colocación de cada persona en función de los implementos que se han de utilizar, como puedan ser el Fitness Ball, pelotas, Círculos Mágicos, Roller, Bandas Elásticas, etc.
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Tanto en el Pilates Matt como en el Pilates Studio se han de respetar los puntos anteriores: Clases dirigidas, atención personalizada y espacios adecuados.
El Método Pilates es indicado por otros profesionales, como los fisioterapeutas y médicos en procesos de rehabilitación y control postural y es utilizado como parte de su entrenamiento por bailarines, como ya explicábamos en el artículo Historia del Método Pilates.
Más adelante explicaremos que se trata de un ejercicio anaeróbico y de los beneficios concretos que tiene.