Conseguir una buena hipertrofia es lo que buscamos la mayoría de los que acudimos al gimnasio a trabajar nuestros músculos. El correcto desarrollo de los mismos depende de diversas variables a tener en cuenta como son el ejercicio, el descanso, la alimentación y los hábitos de vida en general. En esta ocasión nos vamos a detener en el ejercicio a la hora de poner a trabajar a los músculos con las cargas. Concretamente nos vamos a detener en la necesidad y la importancia que tiene concentrar cada movimiento para incidir al máximo en los músculos trabajados.
La base para trabajar bien un determinado grupo muscular es la concentración del mismo. Cuando hablamos de concentración nos referimos a todos los niveles, es decir, concentración de la tensión en la zona trabajada, y concentración mental en el grupo muscular o el músculo en cuestión que vamos a trabajar. De nada sirve ponernos a levantar peso sin asimilar bien estas variables y ponerlas en acción. Para ello en este post nos vamos a centrar en ellas para aprender a entrenar mucho mejor.
Concentración de la tensión
Cuando trabajamos un grupo muscular concreto es necesario que sea éste y no otro el que lleve la batuta a la hora de realizar los movimientos y soportar la carga, ya que si la tensión recae sobre otro grupo distinto corremos el riesgo de lesionarnos al no estar trabajando éste de la manera adecuada. Esta es la máxima que debemos tener presente a la hora de concentrar toda la tensión en el grupo muscular trabajado.
Para lograr que esta concentración sea efectiva es necesario que aislemos al máximo el músculo. La mejor manera de conseguirlo es adoptando la postura adecuada y el ejercicio correcto que nos permita realizar el ejercicio de manera cómoda. Pero no solo la postura es importante, sino que la carga utilizada juega un papel muy importante, pues si utilizamos mucho más de lo que realmente podemos levantar lo que conseguiremos es que nos apoyemos en otro grupo muscular para elevar esa carga, y con ello desviar parte de la tensión a ese músculo, estando muy lejos de la concentración que andamos buscando.
También la concentración muscular se logra manteniendo la tensión del ejercicio a lo largo de todo el recorrido. Para conseguirlo lo ideal es realizar los movimientos de manera lenta y precisa, es decir, tanto en los descensos como a la hora de elevar la carga debemos realizar movimientos controlados haciendo que la carga se sienta en los músculos trabajados. Junto a esto es necesario que el recorrido del ejercicio se haga de manera completa y correcta para focalizar toda la intensidad en la parte trabajada.
Concentración mental
En lo que se refiere a concentración en el grupo trabajado lo que queremos decir es que debemos tener en mente la zona que estamos tocando y si lo estamos haciendo de manera correcta. Para comenzar es necesario que sepamos cada ejercicio para qué sirve o que parte del cuerpo trabaja, ya que entrenar a ciegas es lo peor que podemos hacer. De este modo sabremos en todo momento si estamos realizando bien el ejercicio o no.
Tener nociones básicas de la anatomía del cuerpo es esencial. No es necesario que seamos licenciados en biología o fisioterapeutas, pero sí tener algunos conocimientos sobre los músculos principales de cada grupo para saber si los estamos tocando y trabajando correctamente. Esto nos ayudará en gran medida a la hora de determinar las partes a trabajar y la manera adecuada de hacerlo para así seguir creciendo poco a poco y conseguir unos músculos bien trabajados.
Fuente: Ejercicios y Fitness