Aunque el término celulitis está aceptado, no es correcta su denominación. La terminación “itis” hace referencia a una inflamación de cualquier tejido y, en este caso, no existe tal síntoma, puede aparecer por muchas razones y por este motivo deben aplicarse distintos métodos en cada caso, no en todos los casos es sinónimo de obesidad o exceso de peso.
Aparición de celulitis.
La celulitis, cuyo nombre real es de “fibroedemageloide”, se puede describir como una alteración del tejido conectivo que contiene al tejido adiposo subcutáneo. Estos cambios no se producen de repente, sino que van apareciendo progresivamente.
* Primera fase; aparecen unos desordenes circulatorios que derivan en retención de líquidos (que contienen agua, grasa y toxinas).
* Segunda fase; se produce un fallo en el drenaje linfático de las células, que impide la eliminación de esta retención de líquidos y provoca alteraciones del tejido graso subcutáneo.
* Tercera fase; estas acumulaciones acaban formando nódulos donde se establecen el exceso de grasa y toxinas.
Celulitis no es sinónimo de obesidad.
Los expertos afirman que alrededor del 90% de la población femenina padece celulitis en cierto grado, aunque a menudo se confunde con la obesidad. Si que es cierto que la celulitis se hace más evidente con el aumento de peso, pero hay que insistir en que son dos alteraciones diferentes. No todas las mujeres obesas tienen celulitis, podemos observar como mujeres sin exceso de grasa, presentan esta alteración en la piel.
Existe una predisposición genética determinante para su aparición, pero existen factores desencadenantes de esta alteración, son los que debes evitar y los más importantes son;
1) Hormonal: Los principales son el desequilibrio hormonal y los tratamientos seguidos para corregirlos como los causados por el abuso de antidepresivos y anticonceptivos, alteraciones de los ciclos menstruales o los tratamientos con estrógenos en la menopausia. También durante el embarazo o la época de la menopausia se producen estas alteraciones hormonales que provocan una acumulación de grasa sobretodo en la zona de los brazos y cara interna de la articulación de las rodillas.
2) Alimentación y hábitos de vida incorrectos: Una alimentación elevada en grasas y exceso de carbohidratos, produce un exceso calórico que revierte en una acumulación rápida de grasa localizada principalmente en la zona del abdomen, y región gluteofemoral. Hábitos no saludables como el tabaco, el alcohol, también influyen significativamente en la formación de celulitis.
3) Problemas circulatorios1): El empeoramiento de la circulación sanguínea produce una retención de agua y toxinas como consecuencia de una alteración en los capilares sanguíneos y linfáticos, que se ven obstruidos.
Como podemos observar, existen situaciones en las que la causa hormonal no podemos alterarla con un margen significativo, pero si que es posible evitar las dos últimas; podemos mejorar nuestros hábitos de alimentación y evitar los problemas circulatorios.
Investigaciones recientes han demostrado que el contenido en proteoglicanos en la celulitis difiere del de la piel normal. Existe en el tejido celulítico un mayor número de moléculas captadoras de agua. Los regímenes dietéticos repetidos pueden producir una pérdida de la elasticidad de la piel y contribuir al desarrollo de celulitis.
La denominación de “piel de naranja”
Cuando se palpa una zona con celulitis, la piel parece acolchada y se aprecian nódulos, ondulaciones, como pequeños bultos y depresiones agrupadas, sensibles y, a veces, dolorosas. Estas irregularidades de la piel vienen causadas por la acumulación de grasa, las zonas abultadas corresponden a los lóbulos grasos, junto a estas aparecen zonas deprimidas que correspondientes a los tabiques inextensibles que los separan. Esta disposición de la grasa en la piel es muy similar a la piel de la naranja, de hay su nombre de piel de naranja.
Cómo eliminar la celulitis.
Existen varias opiniones acerca de si la celulitis es o no una enfermedad o patología, susceptible de ser tratada. La mala noticia es que por la implicación hereditaria y hormonal, la desaparición total del problema, en general, resulta casi imposible. No obstante, como comentaba anteriormente, ese potencial celulítico podemos frenarlo para que no aparezca, o en caso de existir, podrá reducirse en función de diferentes factores de los hábitos de vida que influyen en su aparición.
El mejor método; la prevención.
La mejor opción es evitar que aparezca el problema, ya que una vez que ha surgido, es casi misión imposible eliminarlo.
Las cremas milagrosas
Las cremas y tratamientos estéticos, además de ser un remedio caro, no son milagrosos, no se ha inventado hoy en día una crema milagrosa que queme la grasa, como mucho puede eliminar líquidos y evitar problemas de estrías, pero nunca eliminará la grasa. Si nos paramos a pensar en cómo funciona el sistema hormonal y metabólico del organismo, llegaremos a la conclusión de que una simple crema no actúa mas allá que de la propia zona de aplicación, jamás podrá dar solución a un problema de origen hormonal.
Debemos ser conscientes que la solución no solo es eliminar la grasa, sino eliminar la causa que provoca su acumulación. Si deseamos hacer algo productivo debemos actuar a nivel hormonal, manejando las hormonas en la medida de lo posible. Esto parece imposible, pero disponemos de enormes herramientas que producen modificaciones hormonales a gran escala, y a un coste mucho menor que cualquier producto estético, es algo tan simple como el ejercicio y la alimentación. Debemos llevar hábitos de vida saludables y realizar ejercicio regularmente. Como desarrollaremos en capítulos posteriores, un programa de tonificación muscular, acompañado de un trabajo cardiovascular, es la mejor herramienta para prevenir la acumulación de grasa.
Sin embargo cuando el problema ya ha aparecido existen técnicas y tratamientos que pueden ayudar a reducirlo:
– Antibióticos y otro tipo de fármacos como la penicilina, clindamicina, eritromicina u oxacilina.
– Aplicar paños fríos húmedos en la zona afectada y a ser posible elevar la zona a tratar para favorecer la circulación.
– Técnicas de fisioterapia: ultrasonido de 3 megahertz; tiene un doble efecto, el mecánico, que es un masaje en el ámbito celular y molecular que permite la reabsorción de edemas; y el efecto térmico, que estimula la microcirculación y el metabolismo adiposo; presoterapia: estimulan el retorno venoso y linfático; mesoterapia: es un tratamiento intradérmico con medicaciones aplicadas a dos milímetros de profundidad de la piel, lo que posibilita una acción más continua sobre los tejidos.
– Con cirugía: La microliposucción permite eliminar zonas pequeñas de grasa localizada, eliminando los abultamientos y consiguiendo una mayor uniformidad de la piel. No obstante, sólo es útil en celulitis muy localizadas y en mujeres jóvenes, ya que en ellas la capacidad de readaptación de los tejidos es más alta.
Recomendaciones:
1. Toma abundante agua mineral.
2. Las saunas y masajes linfáticos ayudan a eliminar líquidos y toxinas.
3. No abuses del tacón alto, dificulta el retorno venoso.
4. Evita las modalidades de ejercicio con impacto como la carrera o aeróbic, pueden dañar el tejido conjuntivo en estas zonas.
5. Evita la sal y alimentos ricos en sodio.
En cuanto al ejercicio;
– Para realizar actividades cardiovasculares los mejores medios son los que no existen impactos y el cuerpo se encuentra en una posición sentada u horizontal, tales como; natación, bicicleta reclinada o remo.
– Añade un programa de tonificación muscular, no solo en la región de los muslos, sino en todo el cuerpo. Además de ofrecer firmeza al músculo y tejido conectivo, aumentará el metabolismo incrementándose el consumo calórico en reposo y la quema de grasas.
La celulitis aparece también por la presión continua de las posiciones sedentarias. Estar sentada durante mucho tiempo, comprime a los fibroblastos y dejan de producir colágeno, con lo cual la piel se debilita y se hace visible la grasa acumulada en profundidad en estas zonas de la región gluteofemoral.
Esto viene a explicar por qué tantas mujeres delgadas, pero con una vida sedentaria, presentan esta alteración de la piel. Realizar ejercicio además de mejorar el riego y aporte de nutrientes, estimula la producción de colágeno, lo que permite una mejor salud de estos fibroblastos, evitando así la aparición de alteraciones en la piel o minimizando sus efectos. Evita estar sentada durante largas horas, levántate cada cierto tiempo para movilizar el tren inferior y volver a activar la circulación.
Plataformas vibratorias y celulitis
Muchas marcas afirman reducir la grasa y la celulitis en la mujer supuestamente por una eliminación de las células grasas debido a la vibración al tiempo que se estimula la producción de colágeno, mejorando la vascularización y disminuyendo la retención de líquidos Sin embargo la realidad es mucho mas desesperanzadora, la vibración no produce una “desintegración” de las células grasas y si que en algunos casos puede haber algún efecto en la mejora del tejido conjuntivo, sin embargo no llega a ser significativa como para ver cambios y mucho menos eliminar esta alteración de la piel. Cualquier ejercicio dinámico producirá efectos mucho más significativos en las células grasas, tejido conectivo, vascularización y eliminación de líquidos.
Desde mi punto de vista, las plataformas vibratorias no producen un efecto significativo en la eliminación de la celulitis. Además en algunos casos inciden en posiciones de apoyos de cadera que pueden resultar lesivos para la articulación de la cadera y pelvis. No te dejes llevar por campañas de marketing que aseguran efectos milagrosos que generan falsas expectativas, ni consejos de famosas que aseguran su eficacia. Una estimulación de unos minutos no puede llegar a producir estos efectos.
Fuente: Fisicoculturismo y Fitness