Un año más, la Behobia-SS ya es historia. Pero esta vez disfrutándola, si cabe, más que en ninguna otra ocasión. Varios han sido los motivos que han derivado en esta conclusión. Uno de los principales es que la Behobia-SS es una carrera que no se corre, sino que se VIVE, y he tenido este año la oportunidad de vivirla durante algunos minutos más que en las dos ediciones anteriores, ya que me la he tomado con más calma y he podido saborear mejor cada uno de sus mágicos 20 kilómetros .
Otro aliciente de este año es que he ayudado a mejorar marca a Jaume y le he ido llevando el ritmo para conseguir su objetivo de rebajar la 1h22’ (1h21’39» exactamente). Ayudar a otros a conseguir sus metas casi siempre es más satisfactorio que alcanzar las de uno mismo!
Para no romper el guión (exceptuando la edición del año pasado, en la que una ola de calor se encargó de variarlo), esta vez la lluvia y el frío han sido los protagonistas (con permiso de los atletas y del público) y han vuelto a hacer de la 48ª Behobia-SS una edición épica. Temperaturas de entre 7º y 10º, con un diluvio casi constante a lo largo de los 20 kms y fortísimas rachas de viento al final del recorrido, llegando ya al Kursaal.
Mención aparte se merece esa increíble afición vasca que no duda ni un segundo en salir a la calle, desatendiendo las condiciones climatológicas, y te arropan, te empujan desde la salida hasta la meta. Corren casi contigo! Forman parte de la carrera y la Behobia-SS no se entendería sin ellos!
Por cierto, tampoco quiero olvidarme de los más de 25.500 corredores que nos dimos cita en Irún, punto de inicio de la carrera, y que teníamos diversos objetivos pero uno en común: disfrutar por todo lo alto de este grandísimo evento.
Es espectacular ver la progresión que ha ido teniendo el número de inscritos y lo bien que lo ha hecho la organización (C.D. Fortuna) para dar acogida a tantos participantes edición tras edición.
Hablando ahora un poco del viaje, este año la expedición “Áccura Runners” estaba formada por 77 participantes, de los cuales más de 60 éramos corredores y el resto acompañantes. Salimos desde Gavá el viernes 9 en autobús para llegar por la noche a San Sebastián y aprovechar la noche donostiarra comiendo, como viene siendo tradicional, muchos pintxos y luego a mover un poco el esqueleto en una disco para desentumecer la musculatura del largo viaje.
El sábado, a primera hora, ligera carrera a pie por todo el litoral de la ciudad, recorriendo desde el Peine de los Vientos, pasando por la Concha y llegando hasta el barrio pesquero. Total, unos 8 kms para purgar los excesos de la noche anterior…
Proseguimos la jornada del sábado con una visita al Parque Natural de Pagoetia, visitando su caserío centenario y el jardín botánico.
Después comida generosa a base de revoltillos de setas, ensaladas, fritos y los imprescindibles chuletones!!!
Por la tarde retirada de dorsales en la expo de la carrera, ubicada este año en el Velódromo de Anoeta y después directos al hotel para nuestra particular Pasta Party y briefing de la carrera.
Y el domingo 11 llegó el momento tan esperado. Desayunamos a las 7:30am y nos dirigimos hacia Behobia en dos autocares. Una cortina de agua nos acompañaba ya desde primera hora y no nos deshicimos de ella en toda la mañana.
Con una hora y media de antelación ya estábamos preparados para tomar la salida. Como el equipo de áccurarunners era muy numeroso, nos fuímos disgregando y agrupándonos en orden de salidas, por lo que los que teníamos la de las 10:32 estuvimos esperando, protegiéndonos de la lluvia y del frío, bajo el techo de la gasolinera, acurrucados entre cientos de corredores.
En un abrir y cerrar de ojos, esa hora y pico que teníamos de espera nos pasa volando y ya estoy colocado en nuestro cajón de salida junto a Jaume, Iván, Sergio, Fernando y algunos amigos más.
Cuenta atrás y pistoletazo de salida…Por delante 20 kms de pasión por el running, 20 kms de continuos ánimos y muestras de apoyo, 20 kms de diversión, 20 kms de VIDA.
El año que viene no faltamos a la cita de nuevo…