Lo último en fitness son las clases de ciclismo indoor ¡en la piscina¡ En sólo treinta minutos haces mucho ejercicio y quemas el doble de calorías sin riesgo de lesión. Una actividad perfecta para combatir el calor.
El aqua ciclo indoor es posible gracias a un sistema especial de lastrado que permite fijar las bicicletas de spinning tanto en el fondo como al borde de la piscina, tanto en clubes deportivos como en la tuya propia. Las clases son similares a las que haces en tierra en la sala de spinning, con música y guiadas por un instructor, pero debido a la intensidad que supone la resistencia del agua, sólo duran 30 minutos. Lo recomendable es que el agua cubra hasta el pecho para que los brazos también trabajen con el peso del agua.
Facilísimas de hacer
En las clases de «ciclo indoor» en el agua se trabaja el doble que en las de sala y sin la agobiante sensación de constante sudoración. Sin embargo, el riesgo de lesión disminuye radicalmente debido a que no existen movimientos descontrolados, la velocidad es más lenta y las articulaciones no tienen que soportar el peso del cuerpo.
Practicar alguna actividad en contacto directo con el agua es sin duda una experiencia envolvente, en la que se logra tener aún más conciencia del cuerpo y del medio del cual provenimos.
Además de la sensación relajante que brinda, también se puede utilizar este medio para poner al cuerpo en forma de una manera diferente y entretenida durante todo el año. Una de estas maneras es el aquaspinning, práctica que se desarrolla en la piscina y que consta de la ejercitación mediante el uso de una bicicleta especial para este medio y a través de la que se pueden desarrollar una serie de ejercicios que no sólo potencian la capacidad muscular, sino que también contribuyen en la rehabilitación sin discriminar edad ni condición física (incluso es recomendado para embarazadas).
El aquaspinning permite conseguir efectos en forma rápida y efectiva. Con el uso de la bicicleta no sólo se potencian las piernas, sino que también los brazos, abdomen, zona lumbar y brazos. El trabajo de la zona lumbar es calificado como «muy importante», pues «generalmente no desarrollamos esa zona y hay mucha gente con déficit muscular. El aquaspinning entonces crea una sincronía, la que permite lograr equilibrio, flexibilidad, coordinación, ubicación en el espacio, etcétera
Además del fortalecimiento muscular, el trabajo cardiovascular es fuerte, disminuyes el porcentaje de grasa, también aumentas la potencia y fuerza muscular sin tener ninguna contraindicación.
Por otro lado, gracias a esta «gimnasia acuática», quienes la practican obtienen una sensación de tranquilidad y satisfacción personal, la que les permite liberarse en gran parte del estrés, dormir mejor, sentirse bien, mejorar el metabolismo, entre otros.
El aquaspinning tiene más ventajas que la versión tradicional. Los movimientos de las piernas ofrecen más resistencias no solo en el empuje del pedal, sino que también en el movimiento de la pierna en el medio acuático. Las clases son un poco más cortas que una típica rutina de ejercicios en el agua; «se trata de treinta minutos en donde todo está muy bien planificado por etapas, con entrenamientos específicos, etapas de elongación, entre otros.
En cuanto a la manera en cómo se practica el aquaspinning, se necesita de una piscina y de una bicicleta especial construida de acero inoxidable y de matrices especiales que permitan conseguir una buena resistencia. En cuanto a la piscina, ésta debe ser lo suficientemente profunda para que el borde del manubrio inferior de la máquina quede a la altura del borde del agua.
Otra de las características básicas es contar con un buen instructor, que sepa desarrollar este ejercicio y mejor aún, que sea certificado profesionalmente en esta dinámica.
LA POSICIÓN ÓPTIMA EN LA BICICLETA
Es muy importante el ajuste correcto de la bicicleta para trabajar de forma segura en las clases.
-Ajuste del asiento en la bicicleta: Debe estar de acuerdo con las medidas antropométricas de la persona. El alumno sentado encima de la bicicleta con los pies dentro de los calapies y con las manos apoyadas en la base del manubrio.
– Ajuste de la altura del sillín. La altura del asiento debe ser tal que cuando el alumno se sienta en la bicicleta con los pies en los pedales y la pierna se extienda completamente esta no quede en hiperextensión, podríamos hablar de una extensión de la pierna del 90%. Si durante el pedaleo a los alumnos les duele la pelvis, es posible que el sillín este colocado demasiado alto. Si al pedalear sentado, los alumnos sacan las rodillas hacia afuera, el asiento puede estar colocado demasiado bajo.
– Ajuste del manubrio en horizontal: La prueba se hace con el alumno sentado agarrando el manillar en su base con la posición erguida y codos doblados sin cargar el cuello ni espalda.
• Poner el manillar alineado en altura con el asiento.
• No inclinar el cuerpo hacia delante excesivamente para llegar adelante al apoyar las manos, en ese caso debemos retroceder el manillar.
• Comprobar que pedaleando con las manos apoyadas en la base del manillar, las rodillas no sobrepasen la línea del codo.
– Ajuste de la altura del manubrio: El manubrio debe estar a la misma altura que la base del sillín:
• Los principiantes y personas con incapacidad para inclinar el cuerpo hacia delante deberán poner el manubrio lo suficientemente alto para pedalear de forma correcta.
• El manubrio no debe estar más bajo al del sillín.