Recien inaguramos Septiembre. ¡¡Cómo me gusta!! Hay personas, entre las que me incluyo, para las que el año tiene dos comienzos: el 1 de Enero (obvio) y el 1 de Septiembre (quizás marcados por el calendario escolar). La cuestión es que muchos de nosotros nos marcamos nuevos propósitos y retos a la que llega septiembre: hacer ejercicio, apuntarse a algún curso, leer más, recuperarse de los excesos veraniegos … en definitiva, cada uno trata de ser un poquito mejor y de llevar una vida más equilibrada.
Por otro lado, es cierto que estamos viviendo unos tiempos complicados y que se avecinan otros no muy alentadores, pero tenemos que intentar encararlos de la mejor manera posible e intentando no caer en la desesperación y el pesimismo. Desde hace un tiempo no hago más que escuchar la palabra estrés por todas partes. Todo el mundo tiene estrés. Y creo que algo estaremos haciendo mal cuando hay gente que ya no le da importancia a decir …»es que estoy estresado/a», incluso, a veces, me da la sensación de que si no estás estresado no estás en la onda … Vamos, que parece que eres más trabajador y más moderno si dices que tienes estrés.
Y me gustaría recordar que el estrés tiene consecuencias bastante negativas en nuestra salud (física y mental) y en nuestra convivencia con los demás. Lo que pasa es que quizás esas consecuencias no se ven a corto plazo, pero está demostrado que a la larga pasa factura…
Así que quizás, este septiembre sea un buen momento para intentar desterrar al estrés un poco de nuestras vidas, incluirlo como uno de nuestros propósitos, lo justo para que no nos perjudique.
Una de las claves está en aceptar como vienen las cosas e intentar adaptar nuestro día a día a lo que tenemos. Y creo que aprender a vivir y a ser felices con menos es algo que todos tendríamos que empezar a valorar. ¿Realmente necesitamos tantas cosas? ¿Realmente somos más felices cuantas más cosas materiales tenemos? Yo, sinceramente, creo que no. Quizá es el momento de empezar a valorar otras muchas cosas que tenemos y de las que no somos conscientes.
Que nuestro día a día transcurra con armonía y serenidad depende de nosotros mismos. Muchas veces echamos la culpa a los demás o a circunstancias externas pero la realidad es que depende de nosotros mismos el cómo enfoquemos las situaciones y el cómo decidamos tomárnoslas.
¿Sabías que dedicar unos minutos al día a realizar algún ejercicio de respiración nos ayuda a relajarnos y controlar el estrés, la ansiedad y el nerviosismo? Además si lo incorporas en tu rutina diaria notaras mucho más los beneficios.
IDEA DE EJERCICIO:
* Bastarán 10-15 min.
* Busca un lugar en casa tranquilo, en el que nadie pueda molestarte.
* Por la noche, cuando ya reina la calma, puede ser un momento idóneo.
* Siéntate cómoda, con la espalda recta y cierra los ojos.
* Empieza a inspirar y expirar por la boca mientras interiomente vas repietiéndote «inspira-expira, inspira-expira».
* Nota como tu respiración es cada vez más pausada.
Cuando termines abre los ojos lentamente, mueve un poquito el cuello y estirate poco a poco.
Espero que os sea útil!!
Ah y, sobre todo, no dejes que nada, ni nadie te quite la sonrisa!!
FELIZ COMIENZO DE CURSO!!!
hoalalalla