Las descompensaciones musculares, ya sean del tipo postural o tónico-fásica así como las laterales (donde una parte del cuerpo realiza una carga de trabajo mucho mayhor que la otra) se han convertido en uno de los objetivos a trabajar más valorados en los planes de entrenamiento específicos.
Tanto las distintas actividades deportivas como simplemente las cotidianas son propensas a forzar dichas descompensaciones: Posturas mantenidas durante espacios muy prolongados de tiempo, gestos repetitivos, malos hábitos posturales, que deben ser tratadas a tiempo para evitar problemas mayores, principalmente a nivel de columna.
En la entrevista inicial con el cliente deberemos hacer un especial hincapié en conocer todos los hábitos del cliente fuera del centro de fitness o instalación: Actividad laboral, deportes practicados regularmente en el presente o en el pasado, étc. Para así conocer los potenciales acortamientos y descompensaciones que el mismo puede presentar.
Las pruebas referentes a acortamientos musculares se deben realizar en camilla o incluso en el suelo, siendo relativamente sencillas de realizar. Además, no necesitan de ningún tipo de material complementario ya que el propio entrenador, mediante algunas variaciones de estiramientos pasivos podrá detectarlos.
A continuación vamos a enumerar algunos de los más comunes en la actualidad:
Gemelos. El cliente realizará una sentadilla profunda en su ángulo máximo con una ejecución lo más lenta posible. Presentará acortamiento si durante la misma debe levantar los talones.
Flexores de la cadera: Dejaremos al cliente tumbado en la camilla con las piernas sobresaliendo por el borde inferior. El propio cliente cogera una pierna doblando cadera y rodilla (abrazando) y dejará la otra libre para que el entrenador pueda hacer una extensión de la cadera de forma manual. Si no se consigue mínimo un ángulo recto estaríamos delante de un acortamiento severo.
Isqueotibiales: El cliente quedará en posición tendido supino con las piernas sobre la camilla. Mientras una pierna debe permanecer completamente en contacto con la superficie, flexionaremos la cadera de la otra hasta obtener el grado máximo. Se considerará acortamiento si no alcanza los 75º
Rotadores externos de la cadera: Simplemente dejando al cliente en posición relajada tendido supino, si las puntas de los pies tienden a separarse, existirá acortamiento.
Pectoral y rotadores internos del hombro: Tumbado boca arriba (en este caso en una colchoneta), con los hombros en abducción (en línea con la porción superior del trapecio) y codos flexionados, buscaremos una rotación externa de los mismos. Si no tienen acortamiento deberían llegar a tocar la superficie.