En primer lugar, hay que diferenciar en qué momento del embarazo debes guardar reposo y por qué motivo. No es lo mismo si hay sangrado en el primer trimestre, o si es un embarazo múltiple con borramiento del cuello uterino… en algunos casos el reposo podrá ser parcial y en otros total. En ocasiones la recomendación de reposo parcial incluye el «no hagas ejercicio» (o yoga, si preguntas al médico) aunque si puedes caminar por la calle y hacer las tareas domésticas, casi seguro que puedes venir a clase de yoga (adaptado) para embarazadas y realizar solamente aquellas prácticas que no entrañan ningún riesgo (respiración profunda, ejercicios de cuello-hombros-brazos, cantar mantras, relajación/visualización…).
Incluso si el reposo debe ser total, aparte de las distracciones que puedas tener en casa (leer, ver películas, internet, etc.) puedes pedir clases particulares de yoga y relajación. En este caso aprender sencillas técnicas de respiración, relajación, visualización, etc. te ayudarán, sin moverte de tu cama o sofá, a estar más tranquila y positiva, comunicarte con tu bebé y quizás no agobiarte tanto pensando «soy una incubadora» como un mantra (me contaba una prima mía que -embarazada de gemelas- estuvo los últimos meses de reposo total), sino tratando de observar tu mente, emociones y sensaciones, con la intención de aprender todo lo posible de este «retiro forzoso» (¡probablemente tardes muchos años en tu vida hasta volver a tener tanto tiempo para ti sola!).
Fuente: Yoga con bebés