El estrés

Ofrecemos una recopilación de diversos artículos de Internet sobre el tema del estrés.

Definiciones

Estrés (del inglés stress, ‘fatiga’) es una reacción fisiológica del organismo en el que entran en juego diversos mecanismos de defensa para afrontar una situación que se percibe como amenazante o de demanda incrementada. Se trata en un principio de una respuesta natural y necesaria para la supervivencia. Aunque en ocasiones se puede confundir con una patología…

Desde 1935, Hans Selye, (considerado padre del estrés) introdujo el concepto de estrés como síndrome o conjunto de reacciones fisiológicas no especificas del organismo a diferentes agentes nocivos del ambiente de naturaleza física o química.

El término estrés procede de la física, y fue adaptado a la psicología. En la física, estrés es sinónimo de presión, y hace referencia a la presión que ejerce un cuerpo sobre otro debido a su peso. El cuerpo que está recibiendo presión tiene un nivel de resistencia particular, y si el peso supera ese umbral, el cuerpo se destrozará.

El estrés es lo que uno nota cuando reacciona a la presión, sea del mundo exterior sea del interior de uno mismo. Es la respuesta fisiológica, psicológica y de comportamiento de un sujeto que busca adaptarse y reajustarse a presiones tanto internas como externas.

El estrés es un estímulo que nos agrede emocional o físicamente. Si el peligro es real o percibido como tal, el resultado es el mismo.

Síntomas generales del estrés

El efecto que tiene la respuesta estrés en el organismo es profundo:

Predominio del sistema nervioso simpático (SNS)
El SNS dilata las pupilas y los bronquios, aumenta la fuerza y la frecuencia de los latidos del corazón, disminuye las contracciones estomacales y estimula las glándulas suprarrenales. Desde el punto de vista psicológico nos prepara para la acción. El funcionamiento del sistema nervioso simpático está asociado con la psicopercepción de un estimulo de carácter emocional no neutro. La hiperhidrosis o sudoración excesiva de cara, manos y axilas está directamente relacionada con el sobre estímulo del sistema simpático.

Liberación de catecolaminas (adrenalina y noradrenalina), de cortisol y encefalina.

Aumento en sangre de la cantidad circulante de glucosa, factores de coagulación, aminoácidos libres y factores inmunológicos.

Las pequeñas arterias que irrigan la piel y los órganos menos críticos (riñones, intestinos), se contraen para disminuir la pérdida de sangre en caso de heridas y para dar prioridad al cerebro y los órganos más críticos para la acción (corazón, pulmones, músculos). La mente aumenta el estado de alerta Los sentidos se agudizan Todos estos mecanismos están pensados para aumentar las probabilidades de supervivencia frente a una amenaza a corto plazo, no para que se los mantenga indefinidamente, tal como suele pasar.

A medio plazo, este estado de alerta sostenido desgasta las reservas del organismo y puede producir diversas patologías (trombosis, ansiedad, depresión, inmunodeficiencia, dolores musculares, insomnio, trastornos de atención, diabetes, etc.)

El estrés se encuentra en la cabeza, ya que es el cerebro el responsable de reconocer y responder de distintas formas a los estresores. Cada vez son más numerosos los estudios que corroboran el papel que juega el estrés en el aprendizaje, la memoria y la toma de decisiones. Un estudio de la Universidad de California demostró que un estrés fuerte durante un corto período, por ejemplo, la espera previa a la cirugía de un ser querido, es suficiente para destruir varias de las conexiones entre neuronas en zonas específicas del cerebro. Esto es, un estrés agudo puede cambiar la anatomía cerebral en pocas horas. El estrés crónico, por su parte, demostró la disminución del tamaño de la zona cerebral responsable de la memoria.

Condiciones desencadenantes del estrés

Los llamados estresores o factores estresantes son las situaciones desencadenantes del estrés y pueden ser cualquier estímulo, externo o interno (tanto físico, químico, acústico o somático como sociocultural) que, de manera directa o indirecta, propicie la desestabilización en el equilibrio dinámico del organismo (homeostasis).

Una parte importante del esfuerzo que se ha realizado para el estudio y comprensión del estrés, se ha centrado en determinar y clasificar los diferentes desencadenantes de este proceso. Existen ocho grandes categorías de estresores:

Situaciones que fuerzan a procesar información rápidamente
Estímulos ambientales dañinos
Percepciones de amenaza
Alteración de las funciones fisiológicas (enfermedades, adicciones, etc.)
Aislamiento y confinamiento
Bloqueos en nuestros intereses
Presión grupal
Frustración
Esta es la información que nos proporciona la medicina tradicional. Pero existen otros estresores, como por ejemplo:

Las luchas entre diversas tendencias
El alejamiento del núcleo del ser
La falta de conectividad celular

Estas situaciones hacen que el cerebro se ponga en guardia, su reacción es preparar el cuerpo para la acción defensiva. El sistema nervioso se despierta y las hormonas se liberan para activar los sentidos, acelerar el pulso, profundizar la respiración y tensar los músculos. Esta respuesta (a veces denominada respuesta de lucha o huida) es importante, porque nos ayuda a defendernos contra situaciones amenazantes. La respuesta se programa biológicamente. Todo el mundo reacciona más o menos de la misma forma, tanto si la situación se produce en la casa como en el trabajo.

Los episodios cortos o infrecuentes de estrés representan poco riesgo. Pero cuando las situaciones estresantes se suceden sin resolución, el cuerpo permanece en un estado constante de alerta, lo cual aumenta la tasa de desgaste fisiológico que conlleva a la fatiga o el daño físico, y la capacidad del cuerpo para recuperarse y defenderse se puede ver seriamente comprometida. Como resultado, aumenta el riesgo de lesión o enfermedad. Esto puede acarrear, entre otras cosas:

Atrofia dendrítica. Es un proceso de retracción de las prolongaciones dendríticas que se produce en ciertas neuronas. Siempre que termine la situación de estrés, se puede producir una recuperación de la arborización dendrítica. Por lo tanto, puede ser un proceso reversible.
Neurotoxicidad. Es un proceso que ocurre como consecuencia del mantenimiento sostenido de altos niveles de estrés, y causa la muerte de neuronas hipocampales.

El hipocampo es una estructura que forma parte del cerebro que desempeña principalmente funciones importantes en la memoria y la orientación. En la enfermedad de Alzheimer el hipocampo es una de las primeras regiones del cerebro en sufrir daño

La hipertensión

Quienes pasan el día viviendo constantemente al compás del reloj, lanzando eficacia hacia afuera y miedo hacia adentro, viven en una continua tensión; eso significa vivir permanentemente en un estado de estiramiento (tensión) de las paredes arteriales de modo que las arterias se estrechan constantemente. Pero la sangre que ha de ser bombeada por ellas sigue siendo la misma, por lo que el corazón ha de bombearla con mayor velocidad, forzando para que pueda pasar y disminuyendo así el periodo de descanso entre cada latido, el resultado es la tensión alta. Esta condición es previa a muchas de las enfermedades circulatorias, una de las cuales es la arterioesclerosis, que es un peligro para la salud. Cuando la tensión continúa durante horas los músculos se “acostumbran” al estado tenso y tienden a adoptar esa postura. Como resultado, aparecen los tan conocidos dolores de espalda, de cabeza, y de músculos en general, asociados con el estrés. La hipertensión cardiaca puede provocar enfermedades coronarias y fallos cardiacos.

¿Cómo combatir el estrés?

El optimismo, el sentimiento de autoeficacia y el sentido de coherencia pueden ayudar a combatir el estrés

Ejercicios respiratorios de relajación, el objetivo es ejercer un control voluntario sobre la respiración de manera que la utilicemos como calmante cuando nos abrumen las situaciones de estrés. Está demostrado que una respiración adecuada tiene un efecto calmante sobre la persona que está sometida al estrés

Ejercicio físico

Ejercicios de meditación

En definitiva: REGENERATIVE

Uno de los objetivos de la relajación, es que el sujeto se aperciba de su estado de su estado de tensión, con el fin de que consiga relajar la musculatura de una forma consistente. Aparte del beneficio inmediato que proporciona la relajación, ésta concede al que la practica estar controlando el problema. Es decir, el que aprende a relajarse no mira a su estado de tensión como algo que se escapa de su voluntad, y que no puede hacer nada por remediar, sino como un fenómeno controlable. Puede conseguirse una cierta relajación de diversas formas; por ejemplo dar un paseo, hacer punto, o realizar trabajos caseros. Sin embargo, cuando se trata de una tensión muy fuerte, es necesario que la relajación sea más profunda, si se quiere que resulte eficaz para conseguir una distención muscular completa, y así poder combatir con eficacia el estado general de tensión.

¿Por qué es provechoso el ejercicio?

El ejercicio es una buena forma de afrontar el estrés porque es una forma saludable de relevar la energía contenida y la tensión. El ejercicio disminuye la frecuencia cardiaca n reposo, Estimula la liberación de endorfinas, hormonas internas que producen sensaciones de placer y bienestar. El flujo de sangre al cerebro aumenta significativamente, con lo que las células cerebrales se encuentran mejor oxigenadas y alimentadas y esto contribuye a que estén más sanas. Mover el cuerpo mientras se realiza ejercicio requiere una activación cerebral generalizada, ya que no sólo se trata de mover de forma coordinada grupos musculares, sino también de aumentar el flujo sanguíneo, el consumo de glucosa, la respiración, el ritmo cardíaco, la capacidad del sistema sensorial. Todo esto está regulado por distintos centros nerviosos distribuidos en zonas muy dispares del cerebro. Por lo tanto, el ejercicio físico activa amplias zonas cerebrales, y no unas pocas concretas. El ejercicio físico estimula mecanismos protectores del cerebro y estimula la creación de dopamina, un neurotransmisor esencial para el funcionamiento del sistema nervioso y que afecta a las partes del cerebro relacionadas con el placer.

¿Qué es la meditación?

Es transformar todo: toser, tragar, saludar, moverse, estar quieto, palabras, acción, bien y mal, prosperidad y vergüenza, ganancia y pérdida, correcto y equivocado, en un simple proceso hacia el despertar y la iluminación.”
Hakuin

La meditación es uno de los mejores remedios contra el estrés. Es una práctica, es decir, un proceso de experimentación, mediante el cual entramos en contacto con aspectos y estratos, tanto de nosotros mismos como del universo, a los cuales no es posible acceder por otros medios. El hombre moderno, que es un gran ejecutor, ha olvidado introducirse en sí mismo, ha olvidado ir al lugar en donde está su mayor fortaleza y su fuente de sabiduría. La vida moderna parece estar hecha para evitar, en todo momento, la mirada interna. Se han alcanzado grandes logros en el campo de la tecnología pero no sabemos introducirnos en nosotros mismos, no sabemos buscar la fuente que nos calma la sed y nos da el equilibrio necesario para vivir mejor.

La gran aventura interna comienza con la meditación. Esta es la puerta de entrada a los parajes secretos del mundo interno. Es el método que lleva al contacto con la propia fuente de vida. Cuando decidimos meditar, estamos encaminándonos al reino de la luz y del amor porque solo, en lo profundo de nuestro corazón, encontraremos el equilibrio y la felicidad que hemos estado buscando.

Meditar es hacer que las emociones y la mente guarden silencio para poder escuchar la voz del alma. Por lo tanto, el objetivo de la meditación es conectar con el alma.

Señales posibles de estrés

Ansiedad
Dolor en la espalda
Estreñimiento o diarrea
Depresión
Fatiga
Dolores de cabeza
Presión arterial alta
Insomnio
Problemas relacionándose con otros
Falta de respiración
Tensión en el cuello
Malestar estomacal
Sube o baja de peso

Consejos para afrontar el estrés

No se preocupe acerca de las cosas que usted no puede controlar, como el clima.
Haga algo acerca de las cosas que si puede controlar.
Prepárese lo mejor que pueda para sucesos que usted sabe que pueden ocasionarle estrés.
Esfuércese por resolver los conflictos con otras personas.
Pídale ayuda a sus amistades, familiares o profesionales.
Fíjese metas realísticas en su casa y en el trabajo.
Haga ejercicios.
Medite.
Abandone las actividades diarias que le causan estrés con deportes en grupo, eventos sociales y pasatiempos.
Trate de ver un cambio como un desafío positivo, no una amenaza.

El estrés y el sueño

El estrés es la primera causa de insomnio o mala calidad de sueño. ¿Qué puedo hacer si el estrés me está afectando el sueño?
Algunas técnicas para mejorar la calidad del sueño son el uso de la Aromaterapia; Aromas como lavanda son reconocidos por su efecto calmante y de relajación. Salpique unas gotas en un pañuelo y póngalo dentro de la funda de la almohada. Los aromas de pino y mejorana tienen también efecto relajante.
Otra forma de combatir el insomnio cuando nuestra mente está pensando y dando vueltas, es escribir. Mantenga un diario en su mesa de noche y escriba todas las ideas y listas de cosas por hacer para el día siguiente que no lo están dejando dormir; esto permite que la mente se aclare y logre el descanso y la paz que necesita.
El ejercicio, como caminar o participar de un deporte recreativo realizado 5 a 6 horas antes de la hora de dormir, se sabe ayuda a reducir el estrés y a mejorar la calidad del sueño. Realizar ejercicios de estiramiento durante 5 minutos antes de ir a la cama también puede ser beneficioso para liberar la tensión muscular y prepararlo para el sueño.

Ver el artículo sobre la importancia del sueño:

Fisiopatológia del estrés

En la descripción de la enfermedad, se identifican por lo menos las siguientes tres fases en el modo de producción del estrés:

1.- Reacción de Alarma: El organismo, amenazado por las circunstancias se altera y produce la cortisona u otras hormonas llamadas corticoides.A su vez otro mensaje que viaja por la vía nerviosa desde el hipotálamo hasta la médula suprarrenal, activa la secreción de adrenalina. Estas hormonas son las responsables de las reacciones orgánicas en toda la economía corporal.

2.- Estado de Resistencia: Cuando un individuo es sometido en forma prolongada a la amenaza de agentes lesivos físicos, químicos, biológicos o sociales el organismo, si bien prosigue su adaptación a dichas demandas de manera progresiva, puede ocurrir que disminuyan sus capacidades de respuesta debido a la fatiga que se produce en las glándulas del estrés. Durante esta fase suele ocurrir un equilibrio dinámico u homeostasis entre el medio ambiente interno y externo del individuo. Así, si el organismo tiene la capacidad para resistir mucho tiempo, no hay problema alguno, en caso contrario sin duda avanzará a la fase siguiente.

3.- Fase de Agotamiento: La disminución progresiva del organismo frente a una situación de estrés prolongado conduce a un estado de gran deterioro con pérdida importante de las capacidades fisiológicas y con ello sobreviene la fase de agotamiento en la cual el sujeto suele sucumbir ante las demandas pues se reducen al mínimo sus capacidades de adaptación e interrelación con el medio.

Conclusiones y observaciones:

El estrés es el resultado de la adaptación de nuestro cuerpo y de nuestro espíritu al cambio que exige un esfuerzo físico, psicológico y emocional. Aun los acontecimientos positivos pueden generar un cierto grado de estrés cuando requieren cambios y adaptaciones.

El cambio en sí mismo no es una novedad. De hecho, constituye el pilar de la evolución de la humanidad. La innovación consiste precisamente en el ritmo sin precedentes en que se producen los cambios y que inevitablemente repercute en forma significativa sobre la sociedad, la cual no está preparada para enfrentar semejantes cambios en esta secuencia y, por lo tanto, se encuentra entonces a menudo desarmada.

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