La Rueda es un símbolo que se repite en muchas culturas, es la Rueda de la Vida, la Rueda de Dharma, la Rueda del Karma, La Rueda de Showarma (sí, no lo digo en broma, muchas cosas pueden comprenderse en la contemplación receptiva de un rulo de carne girando en torno a un fuego abrazador alimentado por gas butano). Vueltas y más vueltas, de la Tierra girando en torno al Sol, del Sol en torno a su galaxia, de la galaxia en torno su centro cósmico, vueltas y más vueltas. No te preocupes si te mareas, es normal. Mientras tanto puedes hacer coaching, que no detiene la Rueda, ni te soluciona ningún problema, pero te ayuda acercarte a ese centro, a ese eje, y desde ahí a pasar a la acción.
Muchas gracias, GEMMA MARTÍN NARANJO, por acompañarme estos cuatro meses, por respetar lo que soy, y ayudarme a observar desde otros ángulos, desde otras ópticas, para poder descansar por fin en mi centro. Infinitas Gracias.
Aquí concluye este diario. Se cierra un círculo y se abre otro: El Canto de Cacán. Un nuevo camino que recién comienza, un trabajo con las fuerzas sutiles, con otros ámbitos de la realidad, un canto a la Vida, a lo Sagrado que reside en cada cosa, a la Naturaleza, a la Magia, a las Fuerzas Arquetípicas, a los Sueños, un sueño de Luz y Paz para todos lo seres, de éste y de los otros mundos que se ocultan en éste. El Canto de Cacán es un cuento de sanación, un cuento abierto, una herida abierta, una mano abierta, un cielo abierto y la tierra abriéndose, pariéndose, nutriéndose, amándonos. Hasta entonces.
Fuente: Yoga Sala Málaga